I
Tras la publicación de tres de sus
discos solistas más reconocidos por crítica y público —Yendo
de la Cama al Living (1982), Clics Modernos (1983) y Piano
Bar (1984)— Charly García decidió tomarse un tiempo para
repensar su carrera y tomar algunas decisiones importantes, como por
ejemplo, cambiar de compañía discográfica y firmar para CBS, que
estaba lanzando a la mayoría de los grupos de rock argentino al
mercado internacional. Por su parte Pedro Aznar, el sensacional
bajista que había sido su compañero en Serú Girán, se encontraba
de paso en Buenos Aires en una pausa en su trabajo con la banda de
Pat Metheny. El encuentro fue inevitable, Aznar era uno de los pocos
músicos que Charly respetaba y escuchaba y ambos decidieron juntarse
a componer y grabar algunas cosas, casi como un pasatiempo o
diversión. El entusiasmo de ambos, que podían tocar o componer casi
de memoria, hizo el resto. Asistidos por Joe Blaney, el histórico
productor de Clics Modernos, grabaron seis temas que decidieron
editar en un disco. El álbum se quedaba a mitad de camino en la
duración; no era ni un simple o un maxi de uno o dos temas, pero
tampoco era un álbum completo. Sin muchas expectativas grabaron los
temas en tiempo récord en diciembre de 1985. A comienzos del año
siguiente se editaba Tango, casi un juego que se convirtió en
un éxito imprevisto.
II
Toda la composición y grabación del
disco había sido pensada casi como un juego. Charly y Aznar tocaron
todos los instrumentos y todo el proceso nunca fue pensado como para
ser tocado en vivo. El sonido era muy moderno, con un excelente uso
de los sintetizadores y computadoras. La producción de Blaney logró
que el disco sonara excelente. Había cierta frialdad en el clima
general de los temas, pero los muy pegadizos Ángeles y
Predicadores y, sobre todo, Hablando a tu corazón,
lograron una muy buena difusión radiable. El disco tenía otros
buenos temas, como Culpable eternamente, La gente es la
misma y Gramercy Park Hotel. Pero Charly se luciría con
una composición que está situada entre las cimas de su prolífica
carrera: Pasajera en trance es un joya atemporal. Muchos
músicos la consideran entre las mejores canciones compuestas por el
ex Sui Generis. Casi sin proponérselo tenían un disco y también un
éxito. Armaron una pequeña banda que incluía a Mario Serra en
batería y Fernando Múscolo en teclados y armaron una gira que los
llevó por todo el país presentando al juego que se había
convertido de pronto en suceso. La excelente química entre los dos
abriría la puerta para otras aventuras juntos.
III
En 1989, Charly y Aznar decidieron
volver a las andadas, pero el bajista tenía un colado para agregar
al dúo. Grabando una baguala para un disco de Leda Valladares había
conocido a Gustavo Cerati y habían armado muy buena relación. La
idea del bajista era sumarlo en un proyecto que iba a llamarse Tango
3. Llegaron a trabajar en algunos temas, entre ellos No te mueras en
mi casa, compuesto entre los tres, y que Charly incluiría en
Filosofía barata y Zapatos de goma (1990). Finalmente los
compromisos de Cerati con Soda Stereo, que ya estaba trabajando en su
obra cumbre Canción Animal, dejaron trunca la posibilidad de un trío.
Pero el dúo García – Aznar no se rompería. En 1991 editarían
otro disco, Tango 4, este mucho más extenso, que otra vez les
daría un gran éxito, con colaboraciones de Sandro, en una gran
versión de Rompan todo del grupo uruguayo Los Shakers, y un
recitado del actor Alfredo Alcón en el tema Treinta denarios.
Tango fue una pausa casi lúdica pero talentosa entre dos músicos
que se querían y se respetaban y que nos legaron varios temas
infaltables en el repertorio de ambos. Privilegios de enormes y
talentosos artistas populares.
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