I
Jazz es el séptimo disco de
estudio de Queen. Compuesto, grabado y editado en 1978, significó
para la mítica banda británica un trabajo extenso y variado que
marcó el fin de una época. Fue el último disco producido en
estudio por Roy Thomas Baker para el grupo y la despedida de un
sonido y una estética que a partir del disco siguiente (The Game,
1980) tomaría otro rumbo. El disco tenía muchas innovaciones en la
composición y los matices que tenían las canciones. Por empezar el
álbum, con trece canciones, era muy extenso para los parámetros de la época. Además tenía importantes participaciones de todos los
miembros de la banda, la composición ya no parecía restringida a
Freddie Mercury o Brian May. Roger Taylor y John Deacon aparecen
firmando varias canciones y sus ideas empezaban a tener más cabida.
El disco los mostraba como una verdadera banda democrática, plena de
heredoxia y dispuesta a explorar nuevos rumbos. Jazz fue además su
primer disco registrado fuera de Gran Bretaña. se grabó casi íntegro
en estudios de Suiza y Francia. El risego estético nos les restó
popularidad, más bien al contrario. El disco fue número uno en
Inglaterra y le proporcionó su primer éxito importante en EEUU. Es
que en los temas de Jazz había pequeñas delicias para casi todos
los gustos.
II
Jazz, como ya lo dijimos, es un
disco difícil de clasificar. Tenía temas entre lúdicos y
experimentales, un balada estupendamente interpretada por Mercury,
melodías que remitían a la comedia musical, algún rock a la medida
de la guitarra inconfundible de May. En el medio de esa mescolanza
asoman tres gemas del repertorio eterno de Queen: Fat Bottomed
Girls, Bicycle race y el espectacular himno Don't Stop
Me Now. ¿Cuántas bandas podían darse esos lujos todos juntos?
Este último tema terminó siendo unos de los más emblemáticos de
Queen. Si había versatilidad y combinación de estilos a los largo
del disco, este tema condensaba todo ese espíritu en apenas tres
minutos y medio. Compuesto en forma íntegra por Freddie Mercury, fue
la puerta de entrada de la banda en el mercado estadounidense y otra
muestra cabal del talento único de su autor para cocinar en un mismo
plato varios elementos de la música popular. Una verdadera proeza.
Bicycle race era otra de sus locuras. Había presenciado una
vuelta del Tour de Francia y fascinado por ese mundo extraño decidió
escribir un canción que mezclaba ruidos de bocina con un gran solo
de guitarra de Brian May. Era tanta la variedad de estilos, a veces
en una misma canción, que Queen parecía jugar entre lo popular y lo
progresivo sin complejos. La despedida a los 70 no podía haber sido
mejor.
III
La portada de Jazz fue un cambio
radical en la estética que Queen acostumbraba a mostrar en sus
discos. La idea fue de Roger Taylor y está inspirada en las muchas
obras dedicadas al Muro de Berlín. Pero la polémica se suscitó,
sobre todo en EEUU, con la fotografía que acompañaba al sobre
interno. Para promocionar Bicycle race la banda filmó un
video promocional en Wembley en donde chicas desnudas protagonizan
una carrera en bicicletas. Tras duras acusaciones de sexismo y
explotación de mujeres, escondidas en un solapado puritanismo, en varios
países se vieron obligados a retirar el póster de los álbumes. A
los compradores se les entregaba un cupón para retirar la foto si
los deseaban. Lejos de perjudicar la difusión del álbum, como suele
suceder, tanto el video como la foto con las chicas desnudas fueron
la mejor promoción para el disco. A partir de ahí, Freddie Mercury,
hábil para la controversia mediática, fue blanco de los medios a
propósito de cualquier polémica. Con Jazz, Queen despedía
los 70 con un disco con varios temás clásicos y se preparaba para
entrar en la leyenda y la masividad mundial que los esperaba en la
década siguiente.
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