Mostrando entradas con la etiqueta Vinilos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vinilos. Mostrar todas las entradas

domingo, 3 de agosto de 2025

Vinilo XLIV – Led Zeppelin – Led Zeppelin (1969)

 


I

Si hacemos un listado de las bandas más icónicas y trascendentes de la historia del rock no caben dudas de que Led Zeppelin ocupará un lugar destacado entre los primeros lugares. Por influencia y legado todos sus discos continúan vigentes entre fans y músicos de todo el mundo. Son integrantes son reconocidos en forma unánime como precursores del heavy metal, pero sería muy injusto reducirlos a ese género; el blues, el rock and roll, el soul, la música celta, el rock progresivo, el folk inglés y hasta el reggae y el country figuran dentro el amplio espectro de géneros que transitaron. Su éxito comercial también ha sido enorme, se calculan en más de 300 millones las copias vendidas de todos sus álbumes, siendo unos de los artistas más vendedores de todos los tiempos. Reediciones, bootlegs, remasterizaciones, etc., hacen que se mantenga su vigencia hasta nuestros días. Su primer álbum, Led Zeppelin (1969), es un mojón que corresponde revisitar para entender e intentar explicar este fenómeno. La banda se había formado en el 68 casi por accidente. El guitarrista Jimmy Page ya tenía una merecida reputación por haber participado de la última formación de The Yardbids. Disuelta esa banda legendaria, Page comenzó a buscar integrantes para un nuevo proyecto y tras algunos cambios, finalmente formaría a su nueva banda junto a Robert Plant (voz), John Bonham (batería) y John Paul Jones (bajo). Después de una primera gira que usaron para aceitarse como grupo, consiguieron una contrato discográfico para grabar y editar su primer álbum. Sería el comienzo de la construcción de una leyenda.

II

La compañía discográfica Atlantic Records estaba en aquellos tiempos interesada por fichar la mayor cantidad posible de bandas dedicadas al blues y al hard rock, por lo que el primer contrato con Led Zeppelin se concretó casi sin haberlos escuchado. Su primer álbum fue grabado en apenas 30 horas de estudio y casi sin ningún ensayo en los estudios Olympic de Londres en octubre de 1968. Fue editado en enero del 69 con muy baja repercusión del público, algo con lo que la banda influyó no editando simples de difusión, actitud que mantendría durante toda su carrera contra lo que la propia industria discográfica indicaba como práctica habitual para sonar en las radios y posicionar a una banda. Sus impresionantes y efusivas performances en vivo los fueron empujando poco a poco a la popularidad y a las críticas alabadoras, sobre todo en Estados Unidos. El disco era una bomba de blues electrificado y rock pesado por lo que la banda empezó a ser catalogada como de sonido heavy metal, algo de lo que siempre renegaron, entendían que esa etiqueta ocultaba su costado folk y psicodélico. Obviamente que había en sus temas hard rock sabiamente mezclado con blues y riffs muy pesados, pero la presencia folk también estaba muy presente. Había en este primer opus de la banda algo que pudieron incluir en su contrato discográfico y que sería vital para su desarrollo musical, tenían completa libertad artística en el plano musical. El primer track del disco, Good Times, Bad Times, y otros clásicos como Dazed and Confused y Communication Breakdown, ya mostraban el destino de grandeza que les esperaba.

III

Todos los temas del disco aparecen firmados por Jimmy Page y el resto del grupo, excepto Robert Plant, que todavía tenía contrato con otra discográfica que no le permitía firmar temas para otro sello. La influencia del blues norteamericano era notoria y Led Zeppelin nunca pudo despegarse del todo de la imagen de saqueadora, y muchas veces hasta plagiadora, de las grandes obras de los maestros de ese género. Incluso años más adelante hasta tuvieron que incluir a algunos de estos músicos como coautores de algunos de sus temas. La portada del disco es icónica y se transformó en una imagen asociada a la banda para todos los tiempos. Muestra una imagen del dirigible Hinderburg, del tipo conocido como zeppelin, que se destruyó a causa de un incendio cuando aterrizaba en New Yersey en el año 37. Fue un accidente trágico que ocasionó la muerte de 36 personas y supuso el fin de los dirigibles como medio de transporte. En la contratapa se mostraba una imagen en blanco y negro de los cuatro integrantes de la banda. Todo el año 1969 fue utilizado para tocar en vivo casi sin parar, por lo que la insistencia de la compañía en editar un nuevo álbum, los encontró grabando de a fragmentos y en distintos estudios a su segundo disco, Led Zeppelin II, publicado en octubre de ese mismo año. Todo ocurría por aquel entonces muy rápidamente. El disco fue incluso mucho más exitoso que el anterior y sus performances en vivo, famosas por su energía y duración, se extendían por más de tres horas. Eran un suceso que trascendía escalas. En apenas un año ya habían demostrado que estaban dispuestos a entrar en la leyenda. Lo iban a lograr con creces.


miércoles, 9 de julio de 2025

Vinilo XLIII – Mujeres Argentinas – Mercedes Sosa, Ariel Ramírez (1969)

 


I

Mercedes Sosa es, sin duda alguna, una leyenda de la música popular argentina y latinoamericana con reconocimiento y alcance universales. Su extensa discografía, que alcanza la grabación de más de treinta discos, además de su monumentalidad artística, muestra su compromiso político y su mirada humanística. Su extraordinaria voz dio espacio y difusión a numerosos autores del cancionero regional, actitud que mantuvo hasta el fin de su vida, siempre conectada con su tiempo y su espacio. Para 1969 ya era una artista consagrada y reconocida en un contexto social y político convulsionado al que la música popular argentina acompañó con cambios revolucionarios. Se editan los álbumes debut de Almendra y Manal, por ejemplo, mientras los Beatles empiezan a despedirse después de haberlo transformado todo. Ariel Ramírez, por otro lado, músico y pianista de una notable formación académica, ya había realizado la hazaña de componer y grabar la Misa Criolla (1965) junto a Los Fronterizos y un conjunto de músicos extraordinarios. Junto al historiador y escritor Félix Luna venía desarrollando la idea de escribir y componer un álbum de tono conceptual enfocado en narrar la vida de personajes femeninos argentinos a través de canciones que recorrieran distintos motivos folklóricos. El resultado es un álbum innovador y adelantado para su tiempo, con una atmósfera y un sonido únicos, la inclusión de instrumentos de origen europeo como el clavecín y la voz única y eterna de Mercedes Sosa, que alcanza con su registro una cumbre casi imposible para cualquier otro cantor. Con Mujeres Argentinas nacía una leyenda de la música popular, que alcanzó con los años una estatura y trascendencia únicas e irrepetibles.


II

Mujeres Argentinas, editado en 1969, contiene ocho grandes composiciones, con música íntegramente escrita por Ariel Ramírez y letras de Félix Luna. Elegir a las protagonistas de las canciones resultó ser más arduo de lo previsto, había tentación de incluir a figuras más contemporáneas, para finalmente decidirse por mujeres de la historia argentina más profunda, pero con una significado muy claro en consonancia con lo que el mundo vivía entonces, envuelto en un clima de cambios sociales y políticos muy profundos que parecían estaban al alcance de la mano. Las elegidas fueron Juan Azurduy (guerrillera de la lucha por la independencia), Rosario Vera Peñaloza (pionera de la docencia argentina), Manuela Pedraza (tucumana que peleó en las invasiones inglesas), Guadalupe Cuenca (viuda de Mariano Moreno), Alfonsina Storni (poeta), Mariquita Sánchez de Thompson (en cuya casa se cantó por primera vez el himno nacional) y dos figuras míticas de la que no se puede asegurar su existencia real, Dorotea Bazán (la cautiva que no quiso volver con su familia) y la Gringa Chaqueña, personaje anónimo. Los motivos musicales folklóricos elegidos eran de lo más variados, hay zambas, cuecas, vidalitas, milongas, chacareras. Los músicos que participaron eran de primerísima línea: el propio Ariel Ramírez en piano y clavecín, Kelo Palacios en guitarra, Jaime Torres en charango, Héctor Zeoli en órgano y Domingo Cura en percusión. Y claro, la voz de Mercedes Sosa, que pone a la grabación en el bronce. Joven, vital, comprometida, su perfomance vocal es insuperable. Los complejos arreglos orquestales, el aire psicodélico que le da el clavecín a varias de las canciones, el tono conceptual de todo el álbum y el extraordinario rendimiento vocal de la cantora, le dieron al álbum el tono épico que todavía conserva cuando volvemos a escucharlo.


III

Los ocho temas que componen el álbum son de una belleza y sensibilidad conmovedoras. El comienzo con Gringa Chaqueña es toda una demostración de principios, el tema es casi una suite en miniatura por los cambios y distintas partes que los componen. Dorotea La Cautiva es envolvente, la voz de Mercedes Sosa alcanza niveles de sensibilidad únicos. Hay emoción y complejidad en Rosarito Vera, Maestra, Las Cartas De Guadalupe y Manuela, La Tucumana. Los dos temas que ingresaron en forma inmediata en el cancionero popular como standards que cualquier cantante tiene que transitar en algún momento, son las eternas y vigentes Juana Azurduy y Alfonsina y El Mar. Esta última es considerada como una de las mejores canciones de todos los tiempos, siendo reinterpretada por los más diversos cantantes de todas las épocas y todos los estilos. El disco fue presentado en Buenos Aires con funciones a sala llena y se convirtió en un infaltable en las discotecas familiares de la época. Mujeres Argentinas, nacido de la idea de Ariel Ramírez, con las letras de Félix Luna y la voz inmortal de Mercedes Sosa, es una hito esencial y eterno de la cultura argentina. Una hazaña atemporal de artistas únicos y, muy probablemente, irrepetibles.


sábado, 28 de junio de 2025

Vinilo XLII - La Máquina de Hacer Pájaros (1976)

 


I

Cuando pensamos en Charly García, quizás el más grande y trascendente músico popular argentino, es muy difícil elegir o destacar algún período en particular de su extensa y fructífera discografía. Bandas como Sui Generis o Serú Girán, más su notable carrera solista, han dejado una huella indeleble en la cultura del país, con grabaciones que vistas en perspectiva , son esenciales y están siempre a flor de piel de nuestro inconsciente colectivo. De todo ese corpus los dos álbumes editados por La Máquina De Hacer Pájaros, el supergrupo que formó tras la separación de su primer proyecto profesional, siempre estuvo entre lo más escondido y menos difundido de su magnífica obra. Estamos en el nefasto año 1976 y desde hacía un tiempo Charly venía fascinado por la progresiva inglesa. Grupos como Genesis, Yes, Procol Harum, Focus, y un largo etcétera, le mostraban que su formación clásica tenía una vía de escape aún en los terrenos propios del rock. Desde los últimos tiempos de Sui Generis venía desarrollando un costado más sinfónico, con un uso intensivo de sintetizadores y el mellotron. Entusiasmado con esa propuesta decidió armar una banda que le permitiera relajarse en el liderazgo del proyecto y abocarse a complejizar la composición musical apoyado por compañeros a la altura de su capacidad y formación académica. Nacía La Máquina De Hacer Pájaros, un combo de lujo integrado además por Oscar Moro (batería), José Luis Fernández (bajo, ex Crucis), Gustavo Bazterrica (guitarra) y, algo novedoso, un segundo tecladista, Carlos Cutaia, que venía de tocar en Pescado Rabioso.


II

Después de algunos ajustes en la formación que presentaban en vivo (en sus primeros días la banda tuvo dos coristas y prescindía de un guitarrista), La Máquina se decidió a grabar su primer opus en los míticos estudios ION, lugar de registros históricos de la música argentina, entre julio y septiembre de ese 1976. Charly siempre bromeó sobre este proyecto diciendo que eran “los Yes del subdesarrollo”. El chiste escondía el deseo de mostrar que la banda estaba a la altura, y con creces, de cualquier proyecto progresivo consagrado fronteras afuera. Composiciones como Bubulina —tema que venía de los últimos tiempos de Sui Generis—, No Puedo Verme Más y, sobre todo, Ah Te Vi Entre Las Luces, mostraban el detallado trabajo en la composición y las horas de ensayo que tenían encima. En vivo solían extender la duración de los temas para dar lugar al lucimiento individual y colectivo. Como mata el viento norte y Por probar el vino y el agua salada mostraban un lado mucho más folk, mientras que Rock los exhibía como una banda que podía ser catalagada como pretenciosa pero que también tenía en las venas pulso rockero. El proyecto, armado inicialmente para que funcionara de manera democrática y le permitiera a Charly desmarcarse de las presiones del liderazgo, no pudo escapar a la impronta y la figura de su miembro más importante: todos los temas llevan su firma. En la grabación, además, García toca piano, sintetizador, clave, piano Fender, guitarra acústica y se hace cargo de la primera voz; una verdadera tour de force.


III

La Máquina De Hacer Pájaros era un nombre extraordinario para una banda progresiva. Por aquellos tiempos una tira del dibujante Crist llevaba ese nombre y su protagonista se llamaba precisamente García. Charly no sólo consiguió su autorización para ponerle ese nombre a la banda sino que además el autor se ofreció para hacer una tira para ser utilizada en la tapa. En los hechos el álbum tuvo doble portada, una exterior con los dibujos de Crist y una interior con una fotografía de la banda intervenida por el gran artista Juan Oreste Gatti, autor de algunas de las tapas más icónicas del rock argentino. Al año siguiente la banda graba su segundo álbum (Películas, 1977), quizás mejor producido que el debut, pero otra vez mostrando una calidad suprema en la composición y la ejecución de música popular. Pero los problema internos empezaron a erosionar las relaciones personales de sus miembros. Charly se quejaba de que debía llevar siempre sobre sus espaldas la responsabilidad creativa, mientras el resto protestaba por tener poco lugar en la composición de los temas. El éxito comercial tampoco los acompañaba. De un momento a otro García abandonó el proyecto y empezaría un camino de introspección y cambios en su creativa musical que va a desembocar en la creación de Serú Girán. La Máquina intentó continuar sin su fundador y líder, pero después de algunos ensayos se dieron cuenta que la cosa no funcionaba, por lo que definitivamente el grupo fue disuelto. El tiempo transformó a su dos álbumes en discos de culto. Un grupo de muchachos tuvo la osadía, la creatividad y el sueño de hacer una música pretenciosa y bella en el medio de la más negra noche de nuestra historia. Y lo lograron.


viernes, 20 de junio de 2025

Vinilo XLI - Going For The One - Yes (1977)

 


I

Después de la edición de tres discos fundamentales e icónicos dentro del llamado rock sinfónico – The Yes Album (1971), Fragile (1971) y el extraordinario Close To The Edge (1972) – y la publicación del polémico, extenso y barroco álbum doble Tales From Topographic Oceans (1973), la longeva y todavía vigente banda británica Yes, sufrió la partida de unos de sus integrantes esenciales, nada menos que el tecladista Rick Wakeman, dedicado de lleno a una exitosa carrera solista. El lanzamiento del estupendo Relayer (1974), con la inclusión de Patrick Moraz en los teclados, no pudo opacar la ausencia del excéntrico músico que solía destacarse en el escenario con sus largas capas brillantes y su abundante cabellera rubia. El interregno entre su partida y su vuelta se extendió hasta 1977, cuando Yes vuelve a los estudios con un nuevo álbum y con su más famoso tecladista de nuevo en sus filas. Going For The One fue el disco con que la mítica banda progresiva volvía con pretensiones de ocupar el centro de la escena internacional. Grabado en la ciudad de Montreaux, Suiza, el quinteto se completaba con Jon Arderson (voz), Steve Howe (guitarra), Chris Squire (bajo) y Alan White (batería): un combo de grandes y virtuosos músicos.


II

Reunidos nuevamente en el estudio tras dos años y medio quedaba más que claro que el perfil de Patrick Moraz no encajaba muy bien en la dinámica del grupo. El mánager Brian Lane, apoyado por Chris Squire, tuvo la temeraria idea de hacer retornar a Wakeman, que no se había ido en buenos términos de la banda. Incluido en las grabaciones primero como sesionista y rápidamente integrado al proyecto, su aporte fue decisivo para el resultado final. El álbum parecía estar enfocado en composiciones más cortas y concretas. Going For The One, que abre el disco y le da su nombre, tiene un riff de guitarra muy rockero, lo que era una completa novedad dentro de la estética sonora de la banda. Turn Of The Century y sobre todo la estupenda Parallels, mostraban a los Yes renovados y vitales. En esta última mezclan sabiamente un riff de bajo sublime y de tono bluseado de Squire junto a los sonidos de un órgano de iglesia tocados por Wakeman y grabados en St. Martin's Church, ubicada en Vevey, Suiza. El tema iba a ser utilizado para abrir los conciertos de presentación del álbum. Sonaban grandiosos. El lado dos contenía a Wonderous Stories, un bello tema de corte pop escrito por Anderson y que sería el corte de difusión y cerraba con la increíble Awaken, que los devolvía al plano sinfónico con una larga suite a la que ellos mismo consideran como una sus mejores creaciones.


III

La portada del nuevo álbum también traía novedades estéticas. Encargaron el diseño al mítico colectivo de creadores Hipgnosis, alejándose de su legendaria sociedad con el dibujante Roger Dean, quien había diseñado casi todas las tapas de su álbumes anteriores además de su icónico logo. El arte de tapa de Going For The One contiene el retrato de un hombre desnudo visto de espaldas y de frente a una imagen imponente del edificio Century Plaza Towers de Los Angeles. Además tenía formato de tríptico con fotografías en la parte interna tomadas en Suiza durante la grabación y un sobre interno con las letras y la ficha técnica. En Argentina, cosa inusual, se respetó al arte original en una edición de lujo que nada tenía que envidiarle a la importada. Editado el 7 de julio de 1977, Going For The One significó el regreso de una de las formaciones más trascendentes de todo el rock progesivo, con composiones que iban desde un pop simple hasta una larga suite sinfónica. A Yes lo esperaban más adelante una larga gira presentación del disco, la edición de un nuevo álbum al poco tiempo (Tormato, 1978)  y una noticia inesperada y casi mortal: el adiós a la banda de Jon Anderson. Pero esa es otra larga historia.



sábado, 13 de julio de 2024

Grandes Canciones 13 – Like a Rolling Stone – Bob Dylan (1965)

Bob Dylan es, sin duda alguna, una leyenda de la música popular de todos los tiempos. Compositor, cantante y poeta estadounidense, el músico es considerado como una de las personalidades más influyentes del siglo XX, excediendo el campo de la música. En 2016 recibió el Premio Nobel de Literatura en reconocimiento a la profundidad y la influencia de su poesía en varias generaciones. Sus comienzos a principios de los 60 estaban enmarcados en el folk con clásicos como Blowin' in the Wind, por ejemplo, que le dieron una fama muy temprana. Para mediados de la década había emprendido un decidido cambio hacia el rock, con composiciones cada vez más complejas y referencias literarias muy cercanas al surrealismo, lo que provocó serias controversias en su público que no podía ni quería entender su nuevo rumbo. Sus dos discos del 65 son un mojón en ese sentido y marcaron un antes y un después en su nueva construcción como artista. Hablamos claro de Bringing It All Back Home y Highway 61 Revisited, dos clásicos indestructibles y vigentes de eso que todavía seguimos llamamos rock.

En el medio de las sesiones de Highway 61 Revisited, Dylan se pasó varios días dándole vueltas a una canción a la que parecía no poder encontrarle el tono ni la esencia. El demo tenía una estructura folk que no lo convencía. Decidió grabarlo en un estilo rockeado y la inclusión de un joven músico de sesión llamado Al Kooper terminó de darle forma a lo que se estaba transformando en una obra maestra. Su aporte en el órgano Hammond resultó clave para el sonido final del tema y el propio Dylan insistió para que sonara lo más fuerte posible en la mezcla. La letra y la cadencia del canto, similar una larga letanía con cuatro estrofas y un estribillo, le dieron forma denitiva a la grabación. Columbia, la compañía grabadora, no estaba convencida de lanzar Like a Rolling Stone como simple, la asustaba los seis minutos de duración del tema, muy por encima de los estándares de la industria musical de la época. Finalmente editado se convirtió en un éxito inmediato y varias encuestas hechas a lo largo de los años la señalan con una de las canciones más influyentes de todos los tiempos. Una gema atemporal que hace años está en el bronce.


Once upon a time you dressed so fine
Threw the bums a dime in your prime, didn't you?
People call say 'beware doll, you're bound to fall'
You thought they were all kidding you
You used to laugh about
Everybody that was hanging out
Now you don't talk so loud
Now you don't seem so proud
About having to be scrounging your next meal

How does it feel, how does it feel?
To be without a home
Like a complete unknown, like a rolling stone

Ahh you've gone to the finest schools, alright Miss Lonely
But you know you only used to get juiced in it
Nobody's ever taught you how to live out on the street
And now you're gonna have to get used to it
You say you never compromise
With the mystery tramp, but now you realize
He's not selling any alibis
As you stare into the vacuum of his eyes
And say do you want to make a deal?

How does it feel, how does it feel?
To be on your own, with no direction home
A complete unknown, like a rolling stone

Ah you never turned around to see the frowns
On the jugglers and the clowns when they all did tricks for you
You never understood that it ain't no good
You shouldn't let other people get your kicks for you
You used to ride on a chrome horse with your diplomat
Who carried on his shoulder a Siamese cat
Ain't it hard when you discovered that
He really wasn't where it's at
After he took from you everything he could steal

How does it feel, how does it feel?
To be on your own, with no direction home
Like a complete unknown, like a rolling stone

Ahh princess on a steeple and all the pretty people
They're all drinking, thinking that they've got it made
Exchanging all precious gifts
But you better take your diamond ring, you better pawn it babe
You used to be so amused
At Napoleon in rags and the language that he used
Go to him he calls you, you can't refuse
When you ain't got nothing, you got nothing to lose
You're invisible now, you've got no secrets to conceal

How does it feel, ah how does it feel?
To be on your own, with no direction home
Like a complete unknown, like a rolling stone



domingo, 27 de agosto de 2023

Grandes Canciones 12 - Penumbras - Sandro (1968)


Para 1968 Sandro se encontraba ante un punto de inflexión en su carrera artística. Su trabajo con el grupo Los de Fuego es una referencia ineludible para entender como fue que se gestó el rock en español. A cargo de la voz principal e influenciado por su ídolo Elvis Presley emprendió una carrera inigualable que lo va a convertir en una estrella. A fines del 65 se le presenta en bandeja de plata la oportunidad de emprender una carrera solista. Dueño de una gran voz y con una presencia escénica extraordinaria, la compañía grabadora lo persuadió de abandonar en forma lenta el rock y empezar a incursionar en la balada romántica. Entre la edición de El sorprendente mundo de Sandro (1965) y Una muchacha y una guitarra (1968) el cantante y performer se convierte en una estrella de proyección internacional. Descansando en la sociedad compositiva que intregraba junto a Oscar Alderle, su mánager y amigo personal, deja de lado los covers y edita La magia de Sandro, integrado por doce grandes temas escritos por la dupla, convertidos en ese mismo momento en clásicos de la música popular argentina.

La magia de Sandro está repleto de felicidades. La mágica alquimia de los autores, la extraordinaria interpretación de Sandro más la exacta ubicación de la orquesta de Jorge López Ruiz dieron en el blanco en cada tema de manera casi perfecta. El disco lo tenía todo: temas festivos y temas románticos, con aires de bossa nova, country, vals y baladas bien distribuidos e interpretados. El éxito masivo en Argentina y América fue inmediato y Sandro sentaba en este disco las bases sólidas que lo transformarían en un ícono de la canción popular. El primer simple editado contenía en los hechos dos lados A: Penumbras, una balada sensacional, y Tengo, un rock (o shake, como lo detalla la info en la etiqueta del vinilo). A partir de este disco, Sandro, ya convertido en una máquina de éxitos, se erige en una superestrella de la música y el cine, gran herramienta para que su imagen también se expandiera en toda América. Las bases y columnas con las construyó su mito pueden verse en estos dos temas: sencillez compositiva, perfecta interpretación y llegada popular. Pocos artistas pueden mostrar semejantes medallas.

La noche se perdió en tu pelo,
la luna se aferró a tu piel
y el mar se sintió celoso.
Y quiso en tus ojos estar él también.

Tu boca sensual, peligrosa,
tus manos la dulzura son.
Tu aliento fatal, fuego lento
Que quema mis ansias y mi corazón.

Ternura que sin prisa pura,
caricias que brinda el amor.
Caprichos muy despacio dichos
entre la penumbra de uso interior.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Te quiero y ya nada importa
La vida lo ha dictado así
Si quieres, yo te doy el mundo
Pero no me pidas que no te ame así.

lunes, 21 de agosto de 2023

Grandes Canciones 11 - Baby, I love your way - Peter Frampton (1976)



En 1976 y con solo 26 años, Peter Frampton, guitarrista y cantante nacido en Inglaterra, ya tenía una sólida carrera en el mundo del rock y el blues. Con apenas 10 años forma su primera banda con compañeros de escuela, entre los que se encontraba la futura leyenda David Bowie. A partir del año 66 sería apadrinado por Bill Wyman, integrante de los Rolling Stones. Sería el comienzo de una carrera consistente y en constante ascenso: integra la banda The Heard hasta el 69 cuando se une a Humble Pie, otro grupo muy exitoso con el que va a editar cinco álbumes. La posibilidad de una carrera solista se volvió muy tentadora y la industria discográfica no iba a desaprovechar la oportunidad. Frampton era carilindo, tenía el pelo rubio y enrulado, cantaba muy bien y era un excelente guitarrista: un combo irresistible. Firma contrato con A&M Records con los que graba cuatro discos que cada vez empiezan a tener más repercusión, sobre todo en Estados Unidos. Edita Wind of Change (1972), Frampton's Camel (1973), Something's Happening (1974) y Frampton (1975); con ese último logra su primer disco de oro.

A comienzos del 76 Frampton recibe el ofrecimiento de A&M Records de editar un álbum en vivo. Para ello selecciona grabaciones de tres presentaciones de su gira norteamerica del año anterior, una en San Francisco y dos en New York. El disco, que se llamó, Frampton Comes Alive!, era doble y extenso, casi 80 minutos de rock y baladas, con el carisma del cantautor como bandera y una muy sólida banda soporte como acompañamiento. Inesperadamente el álbum fue un suceso fuera de escala, permaneciendo por 10 semanas en el número uno en las listas de ventas en Estados Unidos en ese 1976, lo que lo transformó en el disco más vendido del año. Había motivos para semejante suceso, el disco estaba muy bien grabado, con un repaso por toda la carrera solista de la nueva estrella, más un cover de los Stones y una balada semi acústica que sonó como una bomba radial: Baby, I love your way. Había formado parte de su último álbum de estudio y se redescubría en su versión en vivo como un éxito de escala global. Frampton Comes Alive! entraba en la leyenda en forma definitiva.

Shadows grow so long before my eyes
And they're moving across the page
Suddenly the day turns into night
Far away from the city but don't hesitate
'Cause your love won't wait hey
Ooh baby I love your way every day
Wanna tell you I love your way every day
Wanna be with you night and day
Moon appears to shine and light the sky
With the help of some fireflies
I wonder how they have the power shine shine shine
I can see them under the pines
But don't hesitate 'cause your love won't wait hey
Ooh baby I love your way every day
Wanna tell you I love your way every day
Wanna be with you night and day uh yeah
But don't hesitate 'cause your love won't wait
I can see the sunset in your eyes
Brown and grey and blue besides
Clouds are stalking islands in the sun
Wish I could dry one out of season
But don't hesitate 'cause your love won't wait hey
Ooh baby I love your way every day
Wanna tell you I love your way uuhh
Wanna be with you night and day
Ooh baby I love your way every day
Wanna tell you I love your way uuhh
Wanna be with you night and day


miércoles, 19 de julio de 2023

Grandes Canciones 10 - We are the Champions - Queen (1977)


 

Las ediciones de A night at the Opera (1975) y A day at the Races (1976), dos álbumes que pueden ser considerados como las dos partes de una misma cosa, significaron para Queen la definitiva consagración como una de las más bandas británicas más exitosas y aclamadas. Una muy promocionada gira por Estados Unidos les sirvió además para asentarse en un mercado que todavía les era algo esquivo. El suceso les trajo añadidos algunos problemas, las relaciones entre los miembros de la banda empezaban a tener algunos chisporroteos y la prensa solía fustigarlos, especialmente ensañados con la figura cada vez más excluyente y provocativa de Freddie Mercury. En ese contexto Queen vuelve a los estudios para la grabación de un nuevo álbum, News of the World (1977), que mostraría algunos cambios: hay canciones compuestas por los cuatro miembros del grupo y el arte de tapa traería un dibujo al estilo comic inspirado en la obra del artista Frank Kelly Freas, mostrando un cambio estético más cercano al pop rock.

Como adelanto del lanzamiento de su nuevo disco Queen edita un simple con las dos primeras canciones que lo abrían. El lado A era para We are the Champions y el B para We Will Rock You. Ambos temas (el primero compuesto por Freddie, el segundo por Brian May) fueron un bomba de difusión y popularidad de tal tamaño que en Estados Unidos el simple fue editado con los dos temas como lado A, algo reservado para monstruos de la industria discográfica como los Beatles, por ejemplo. Freddie Mercury apuntó para la composición de We are the Champions a la respuesta y la participación del público, el deseo de la banda era construir un tema que cantara toda la audiencia, con un tono optimista, unificador y positivo. Compuesta en el año 1975, iba a ser incluida en A Night at the Opera, pero no encajaba con el tono del álbum, por lo que la canción fue archivada para otra oportunidad. Su inclusión en News of the World fue un acierto rotundo y a partir de ahí sería utilizada en el cierre de todos los conciertos de la banda. Hoy en día sigue siendo un himno atemporal y se mantiene siempre vigente, sobre todo como banda de sonido de grandes celebraciones deportivas. Hazañas reservadas para muy poco ídolos de la música popular.


I've paid my dues
Time after time
I've done my sentence
But committed no crime
And bad mistakes
I've made a few
I've had my share of sand
Kicked in my face
But I've come through

And we mean to go on and on and on and on

We are the champions, my friends
And we'll keep on fighting till the end
We are the champions
We are the champions
No time for losers
'Cause we are the champions of the World

I've taken my bows
And my curtain calls
You brought me fame and fortune
And everything that goes with it
I thank you all
But it's been no bed of roses
No pleasure cruise
I consider it a challenge before
The human race
And I ain't gonna lose

And we mean to go on and on and on and on

We are the champions, my friends
And we'll keep on fighting till the end
We are the champions
We are the champions
No time for losers
'Cause we are the champions of the World

We are the champions, my friends
And we'll keep on fighting till the end
We are the champions
We are the champions
No time for losers
'Cause we are the champions of the World


lunes, 16 de agosto de 2021

Vinilo XL– The Lamb Lies Down on Broadway – Genesis (1974)


Durante años los fans de Genesis se han preguntado cuál era el significado final de The Lamb Lies Down on Broadway (El cordero se acuesta en Broadway, en español), sexto álbum de estudio de uno de los grupos de rock progresivo inglés más trascendentes y exitosos de la historia. Grabado en 1974 y lanzado a fines de ese mismo año como un álbum doble a través del mítico sello Charisma Records, fue el último disco con Peter Gabriel como vocalista principal antes de su partida del grupo en 1975.

Genesis: los fabulosos cinco.
Finalizada la extensa y exitosa gira presentación de Selling England by the Pound (1973), los miembros de Genesis (Peter Gabriel en voz principal, Tony Banks en teclados, Mike Rutherford en bajo y guitarra, Steve Hackett en guitarra y Phil Collins en batería y coros), se tomaron sólo un mes de descanso para encarar su próximo proyecto. La idea de la banda era la de trabajar en la grabación de un álbum conceptual, muy prestigiosos entre las bandas progresivas de la época, en donde pudieran contar un historia en forma completa y plasmar todas las ideas musicales que cada uno de los músicos quería desarrollar. Convencieron a la discográfica para hacer un disco doble, lo que les permitiría explayarse en lo que querían contar y tendrían más espacio para improvisar y trabajar sobre la música. Mike Rutherford acercó la idea de musicalizar El principito, la obra de Antoine de Saint-Exupéry, pero rápidamente fue desechada: Peter Gabriel tenía otros planes. Presentó al grupo una historia más complicada y surrealista, cuyo protagonista era Rael, un joven puertorriqueño perdido en la ciudad de Nueva York y su viaje espiritual de autodescubrimiento y búsqueda de la identidad mientras vive aventuras extraordinarias durante la travesía. En principio la historia era muy extensa e intricada, por lo que el autor tuvo que acortarla y dejar sólo a Rael como personaje casi excluyente. Si se iba a contar una historia sonaba lógico que solamente un autor se hiciera cargo de las letras, para darle coherencia a la escritura. Esta decisión, sin embargo, le trajo muchos problemas; Genesis era una banda democrática en la composición, pero con un liderazgo siempre en disputa entre Gabriel y Tony Banks. Todo el proceso se vivió con momentos de gran tensión en la relación entre todos los miembros de la banda.

Nos llevó seis meses componer The Lamb. Habíamos decidido hacer un álbum doble desde el principio, lo cual nos daba espacio para improvisar algunos temas largos, desarrollarlos con más libertad.” Mike Rutherford

Detalle del sobre interno de The Lamb con extenso texto 

Los desacuerdos se volvieron casi intolerables cuando Peter Gabriel fue tentado por el director de cine William Friedkin para escribir un guión para una próxima película. El director del El exorcista había quedado encantado con la historia surrealista que el cantante había escrito para la contratapa del álbum Genesis Live (1973) y le propuso trabajar juntos. Todo se complicó aún más cuando la esposa de Gabriel atravezaba un embarazo difícil y un parto muy riesgoso, que hizo que el músico pasara más tiempo con su familia que con la banda. Los miembros restantes de Genesis eran un grupo de muchachos que vivían por y para la música y no podían ni querían entender el abandono de su cantante que además se estaba encargando de todas las letras. Como el proyecto del álbum conceptual no avanzaba, pero las ideas musicales se les caían de los bolsillos, Phil Collins propuso hacer un disco completamente instrumental, pero la idea fue desechada. Además, el proyecto de Gabriel con Friedkin quedó en la nada y contra reloj, el cantante retomó el trabajo y la escritura de las letras.

Sentía que Genesis, en la época de The Lamb, era casi un vehículo que viajaba por un camino con los neumáticos con una presión desigual. Todo el mundo tenía sus propios asuntos.” Steve Hackett

Peter Gabriel en el papel de slipperman en la puesta de The lamb
Para trabajar en el proceso creativo y la grabación de su nuevo disco, Genesis se recluyó en una granja semiabandonada ubicada en Headley, en East Hampshire. El lugar tenía el encanto de que varias bandas de la época lo habían usado como estudio, entre ellas Led Zeppelin, pero para el momento de la grabación de The Lamb el sitio era un verdadero desastre, estaba muy sucio y tenía una pequeña invasión de ratas. La discográfica les había cedido un estudio móvil y en ese ambiente, alejado de toda glamour, durante las sesiones de composición, Gabriel se encontraba alejado del resto de la banda en un ambiente de continua fricción. El cantante se recluía en una habitación escribiendo la letra y los otros cuatro miembros ensayaban la música en la otra. Los días pasaban y Gabriel fue incapaz de respetar una fecha límite para tener las letras finalizadas. La primera parte del disco fluyó casi naturalmente, para la segunda los tiempos comenzaron a apremiarlos. La música estaba casi toda compuesta, pero las letras no aparecían. En una carrera contra reloj, apremiados por la discográfica, con poco diálogo entre ellos mismos, el ambicioso disco doble, una especie de ópera rock extensa y compleja, encontraba el final. The Lamb Lies Down on Broadway sería publicado finalmente el 18 de noviembre de 1974. La recepción fue bastante bastante dual, muchos críticos no parecían entender de qué iba el disco. En forma simultánea con su lanzamiento, Genesis emprendió una extensa gira por Europa y EEUU en donde tocaban el disco en su totalidad. Sólo dos simples alcanzaron cierta difusión, Counting out Time y The Carpet Crawler. Para comprender la historia había que escuchar el disco en forma completa y aún así, lo intrincado y muchas veces surrealista de su argumento, dejaba varias puertas abiertas a la interpretación.

Había momentos especiales. El más importante para mí es The Waiting Room. Recuerdo que la primera vez que la tocamos diluviaba afuera. Estábamos desarrollando la idea básica y cuando Tony empezó a tocar algunos acordes, salió el sol, un arco iris y dejó de llover. Suena cósmico pero ocurrió así.” Phil Collins

Peter Gabriel y Phil Collins transpirando la camiseta
¿Qué historia nos cuenta The Lamb Lies Down on Broadway? El álbum narra las aventuras de Rael, un joven puertorriqueño que vive en la ciudad de Nueva York y pasa por experiencias extraordinarias. Rael fue señalado muchas veces como el arquetipo de lo que después sería el fenómeno punk, un personaje agresivo, casi rapado, con campera de cuero. A medida que la historia progresa, Rael encuentra que él no es como creía ser y que su personalidad tiene un costado romántico. El héroe de esta historia de Genesis atraviesa experiencias entre sensoriales, fantásticas y satíricas con referencias a la mitología, el sexo, el deseo, las drogas, la violencia, la publicidad y la sociedad de consumo. En contraste con Selling England by the Pound, su disco enterior, repleto de referencias a la cultura y las costumbres inglesas, Gabriel usó y abusó de elementos de la imaginería norteamericana, con referencias a Caryl Chessman, Lenny Bruce, Groucho Marx, Marshall McLuhan, Howard Hughes y el Ku Klux Klan. El final no es para nada claro, hay ambigüedad en la escena final. El núcleo de la historia es la búsqueda que Rael emprende de su hermano John. Cuando finalmente lo encuentra, Rael termina arrojándose al río para salvarlo, pero al intentar ver su cara ve a la suya propia reflejada en la de su hermano. Quizás un forma de entender que las aventuras vividas en esa búsqueda habían servido para un autodescubrimiento.

The Lamb era en parte psicodelia, en parte una búsqueda de iluminación espiritual y también versaba sobre el tema de la alineación, la represión, el rechazo. El empeño incesante por intentar, con un poco de suerte, conseguir al final más experiencia y sabiduría.” Peter Gabriel

Etiqueta de uno de los dos vinilos de la obra.
El famosísimo colectivo de artistas Hipgnosis diseñó la carátula del álbum, que dejando de lado las portadas coloridas de los discos anteriores de Genesis, se concentra en el uso del blanco y negro, incluso hasta cambiando el logo de la banda en un estilo más art déco. Para tratar de darle un poco más de coherencia a la historia, Peter Gabriel escribió un extenso texto que acompañaba el arte interno; siguiendo la línea fantástica y alegórica de la letra de las canciones, el mismo no echaba mucha mayor luz, más bien que aporta a la confusión. El desconcierto aumentaba también entre los fans: la gira presentación comenzó el mismo día del lanzamiento del álbum y el disco se tocaba entero, dejando para los bises un par de temas de discos anteriores. La puesta en escena intentaba ser un espectáculo multimedia, tomando en cuenta la tecnología de la época, con proyecciones fílmicas y fotográficas, más un complicado diseño de vestuario para Gabriel, que a lo largo del show, interpretaba distintos personajes de la historia. Como frutilla del postre de un proceso tortuoso desde su concepción, el frontman anunciaba su partida de la banda tras el fin de la gira. Un golpe que no por esperado era menos doloroso.

El ilustrador Nathaniel Barlam publicó en su canal de Youtube un gran trabajo de animación con The Lamb Lies Down on Broadway. Vale la pena apreciar estas imágenes que nos transportan al viaje interno de Rael y su autodescubrimiento. Contiene todas las letras de la obra.

Metimos todas las ideas que teníamos. Y creo que mostraba nuestras virtudes: lo que aporté tenía una buena atmósfera, pero buena parte de la solidez vino de lo que compuso Peter.” Tony Banks

La partida de Peter Gabriel de Genesis significaba para todo el ambiente musical una muerte segura del que se había convertido en uno de los grupos claves del rock sinfónico de principios de los 70. Nadie podía imaginarse en lo que la banda iba a convertirse en los próximos años. Este disco despedida, que con los años se convirtiría en una obra de culto, contenía un misterio envolvente que fue atrapando a todos los fans de la banda y de todo el prog rock. Un disco pleno de significados e interpretaciones, una obra que invita a hacer junto a Rael, su protagonista, ese viaje fantástico de autodescubrimiento. Cinco músicos geniales, contra todos los problemas internos y externos, parían un álbum inmortal. Un ópera rock eterna, antecesora (y desde mi punto de vista superior) al The Wall de Pink Floyd, que en varios aspectos mejora y culmina todo una época, mientras nos alumbra sobre los cambios y fenómenos que vendrían.

sábado, 22 de mayo de 2021

Vinilo XXXIX - Slowhand - Eric Clapton (1977)


I

Eric Clapton es hoy en día una marca, un símbolo, una leyenda. Su nombre remite en forma inmediata a la guitarra, el instrumento que manejó con manos maestras por décadas, y a decenas de canciones en las que participó, transformadas en clásicos del rock y de la música popular de todos los tiempos. Hacia fines de los 60 varias pintadas en paredes de Londres afirmaban que “Clapton es Dios”. Sus fabulosas performances en bandas como los Yardbirds, los Bluesbreakers, The Cream o Blind Faith están todavía presentes para atestiguarlo. Clapton trató de huir rápidamente de esas luces y esos elogios que él creía desmedidos y comenzó una carrera solista que en principio tuvo muy bajo perfil. La cocaína y el consumo descontrolado de alcohol hicieron el resto; Slowhand, como se lo conocía, parecía querer autodestruirse. Sin embargo sus discos solistas fueron adquieriendo relieve y su prodigiosa técnica seguía llamando la atención. Con 461 Ocean Boulevard (1974) logró un gran éxito a ambos lados del Atlántico y con Slowhand (1977), el disco que nos ocupa, definitivamente se lo reconocía como lo que era: un Dios de la guitarra que a pesar de sus graves problemas de adicción podía conmover.

II

En todos los discos anteriores a Slowhand, Clapton parecía esconderse siempre detrás de grandes músicos invitados, algunos verdaderas estrellas. Su voz parecía no tener fuerza, se filtraba en tonos muy bajos tras los acordes de su mágica guitarra. Para su nuevo disco decidió cambiar y armar una banda estable, y en la última semana de mayo del 77 se recluyó en los estudios londinenses Olympic Sound Studios. Se tomó todo el tiempo del mundo, para desesperación de los productores, grabando y regrabando lentamente cada acorde. El resultado es atrapante y varias de los temas del disco se transformaron en clásicos. El disco abre con Cocaine, convertido con los años en un himno generacional y que motivo algunas controversias. Fue visto por algunos como un canto a la droga e incluso fue censurada en varios países, entre ellos Argentina. Clapton se enfureció con la situación y trató siempre por todos los medios de demostrar lo contrario hasta cambiando algunas líneas de la letra. Como suele suceder, todas esas prohibiciones sólo sirvieron para transformar a Cocaine en un clásico inmortal. La bellísima Wonderful tonight, inspirada en Pattie, la ex de George Harrison, en ese momento en pareja con Clapton, es otra gema atemporal del disco. El disco tiene además blues y country (Mean and Frisco, Lay down Sally) y algunos covers de músicos admirados por el guitarrista, como Don Williams y J. J. Cale.

III

El título del disco proviene, obviamente, del sobrenombre de Clapton. Era llamado Slowhand (Mano lenta) no por tocar lento, sino por lo que demoraban sus grabaciones. A la compañía grabadora la idea le encantó y en EEUU pegó fuerte ya que se los asociaba a la música country y al Oeste. La fotografía de tapa, sobre un fondo blanco, que mostraba el torso del músico con su guitarra, fue de idea del propio Clapton y su mujer Pattie y es una de las portadas más icónicas de la historia del rock. A partir de este disco la carrera solista, con algunos altibajos, se mantuvo estable y exitosa. Sus conciertos, apoyados en una banda estable que le daba más seguridad, le dieron más solidez a su música. Su voz también empezó a tener más presencia y sus brillantes solos y punteos no dejaban de maravillar. Algunos de los discos siguientes refuerzan la afirmación: Just One Night (1980), Money and cigarettes (1983), Behind the Sun (1985, producido por Phil Collins), Journeyman (1989), son algunos de ellos. Volvamos a las primera líneas de esta nota: cuando hablamos de Eric Clapton hablamos sobre una marca, un símbolo, una leyenda.