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lunes, 29 de agosto de 2022

La Historia de los Clásicos # 20 - Discografía de Genesis de los 80

Todos los viernes a las 20 horas por Radio Municipal Florencio Varela hacemos La Historia de los Clásicos, un programa dedicado a recorrer los grandes discos y canciones de artistas nacionales e internacionales de todas las épocas. Les comparto una nueva emisión, esta vez dedicada a la discografía de Genesis de los 80. Programa emitido el 19/08/2022.

lunes, 16 de agosto de 2021

Vinilo XL– The Lamb Lies Down on Broadway – Genesis (1974)


Durante años los fans de Genesis se han preguntado cuál era el significado final de The Lamb Lies Down on Broadway (El cordero se acuesta en Broadway, en español), sexto álbum de estudio de uno de los grupos de rock progresivo inglés más trascendentes y exitosos de la historia. Grabado en 1974 y lanzado a fines de ese mismo año como un álbum doble a través del mítico sello Charisma Records, fue el último disco con Peter Gabriel como vocalista principal antes de su partida del grupo en 1975.

Genesis: los fabulosos cinco.
Finalizada la extensa y exitosa gira presentación de Selling England by the Pound (1973), los miembros de Genesis (Peter Gabriel en voz principal, Tony Banks en teclados, Mike Rutherford en bajo y guitarra, Steve Hackett en guitarra y Phil Collins en batería y coros), se tomaron sólo un mes de descanso para encarar su próximo proyecto. La idea de la banda era la de trabajar en la grabación de un álbum conceptual, muy prestigiosos entre las bandas progresivas de la época, en donde pudieran contar un historia en forma completa y plasmar todas las ideas musicales que cada uno de los músicos quería desarrollar. Convencieron a la discográfica para hacer un disco doble, lo que les permitiría explayarse en lo que querían contar y tendrían más espacio para improvisar y trabajar sobre la música. Mike Rutherford acercó la idea de musicalizar El principito, la obra de Antoine de Saint-Exupéry, pero rápidamente fue desechada: Peter Gabriel tenía otros planes. Presentó al grupo una historia más complicada y surrealista, cuyo protagonista era Rael, un joven puertorriqueño perdido en la ciudad de Nueva York y su viaje espiritual de autodescubrimiento y búsqueda de la identidad mientras vive aventuras extraordinarias durante la travesía. En principio la historia era muy extensa e intricada, por lo que el autor tuvo que acortarla y dejar sólo a Rael como personaje casi excluyente. Si se iba a contar una historia sonaba lógico que solamente un autor se hiciera cargo de las letras, para darle coherencia a la escritura. Esta decisión, sin embargo, le trajo muchos problemas; Genesis era una banda democrática en la composición, pero con un liderazgo siempre en disputa entre Gabriel y Tony Banks. Todo el proceso se vivió con momentos de gran tensión en la relación entre todos los miembros de la banda.

Nos llevó seis meses componer The Lamb. Habíamos decidido hacer un álbum doble desde el principio, lo cual nos daba espacio para improvisar algunos temas largos, desarrollarlos con más libertad.” Mike Rutherford

Detalle del sobre interno de The Lamb con extenso texto 

Los desacuerdos se volvieron casi intolerables cuando Peter Gabriel fue tentado por el director de cine William Friedkin para escribir un guión para una próxima película. El director del El exorcista había quedado encantado con la historia surrealista que el cantante había escrito para la contratapa del álbum Genesis Live (1973) y le propuso trabajar juntos. Todo se complicó aún más cuando la esposa de Gabriel atravezaba un embarazo difícil y un parto muy riesgoso, que hizo que el músico pasara más tiempo con su familia que con la banda. Los miembros restantes de Genesis eran un grupo de muchachos que vivían por y para la música y no podían ni querían entender el abandono de su cantante que además se estaba encargando de todas las letras. Como el proyecto del álbum conceptual no avanzaba, pero las ideas musicales se les caían de los bolsillos, Phil Collins propuso hacer un disco completamente instrumental, pero la idea fue desechada. Además, el proyecto de Gabriel con Friedkin quedó en la nada y contra reloj, el cantante retomó el trabajo y la escritura de las letras.

Sentía que Genesis, en la época de The Lamb, era casi un vehículo que viajaba por un camino con los neumáticos con una presión desigual. Todo el mundo tenía sus propios asuntos.” Steve Hackett

Peter Gabriel en el papel de slipperman en la puesta de The lamb
Para trabajar en el proceso creativo y la grabación de su nuevo disco, Genesis se recluyó en una granja semiabandonada ubicada en Headley, en East Hampshire. El lugar tenía el encanto de que varias bandas de la época lo habían usado como estudio, entre ellas Led Zeppelin, pero para el momento de la grabación de The Lamb el sitio era un verdadero desastre, estaba muy sucio y tenía una pequeña invasión de ratas. La discográfica les había cedido un estudio móvil y en ese ambiente, alejado de toda glamour, durante las sesiones de composición, Gabriel se encontraba alejado del resto de la banda en un ambiente de continua fricción. El cantante se recluía en una habitación escribiendo la letra y los otros cuatro miembros ensayaban la música en la otra. Los días pasaban y Gabriel fue incapaz de respetar una fecha límite para tener las letras finalizadas. La primera parte del disco fluyó casi naturalmente, para la segunda los tiempos comenzaron a apremiarlos. La música estaba casi toda compuesta, pero las letras no aparecían. En una carrera contra reloj, apremiados por la discográfica, con poco diálogo entre ellos mismos, el ambicioso disco doble, una especie de ópera rock extensa y compleja, encontraba el final. The Lamb Lies Down on Broadway sería publicado finalmente el 18 de noviembre de 1974. La recepción fue bastante bastante dual, muchos críticos no parecían entender de qué iba el disco. En forma simultánea con su lanzamiento, Genesis emprendió una extensa gira por Europa y EEUU en donde tocaban el disco en su totalidad. Sólo dos simples alcanzaron cierta difusión, Counting out Time y The Carpet Crawler. Para comprender la historia había que escuchar el disco en forma completa y aún así, lo intrincado y muchas veces surrealista de su argumento, dejaba varias puertas abiertas a la interpretación.

Había momentos especiales. El más importante para mí es The Waiting Room. Recuerdo que la primera vez que la tocamos diluviaba afuera. Estábamos desarrollando la idea básica y cuando Tony empezó a tocar algunos acordes, salió el sol, un arco iris y dejó de llover. Suena cósmico pero ocurrió así.” Phil Collins

Peter Gabriel y Phil Collins transpirando la camiseta
¿Qué historia nos cuenta The Lamb Lies Down on Broadway? El álbum narra las aventuras de Rael, un joven puertorriqueño que vive en la ciudad de Nueva York y pasa por experiencias extraordinarias. Rael fue señalado muchas veces como el arquetipo de lo que después sería el fenómeno punk, un personaje agresivo, casi rapado, con campera de cuero. A medida que la historia progresa, Rael encuentra que él no es como creía ser y que su personalidad tiene un costado romántico. El héroe de esta historia de Genesis atraviesa experiencias entre sensoriales, fantásticas y satíricas con referencias a la mitología, el sexo, el deseo, las drogas, la violencia, la publicidad y la sociedad de consumo. En contraste con Selling England by the Pound, su disco enterior, repleto de referencias a la cultura y las costumbres inglesas, Gabriel usó y abusó de elementos de la imaginería norteamericana, con referencias a Caryl Chessman, Lenny Bruce, Groucho Marx, Marshall McLuhan, Howard Hughes y el Ku Klux Klan. El final no es para nada claro, hay ambigüedad en la escena final. El núcleo de la historia es la búsqueda que Rael emprende de su hermano John. Cuando finalmente lo encuentra, Rael termina arrojándose al río para salvarlo, pero al intentar ver su cara ve a la suya propia reflejada en la de su hermano. Quizás un forma de entender que las aventuras vividas en esa búsqueda habían servido para un autodescubrimiento.

The Lamb era en parte psicodelia, en parte una búsqueda de iluminación espiritual y también versaba sobre el tema de la alineación, la represión, el rechazo. El empeño incesante por intentar, con un poco de suerte, conseguir al final más experiencia y sabiduría.” Peter Gabriel

Etiqueta de uno de los dos vinilos de la obra.
El famosísimo colectivo de artistas Hipgnosis diseñó la carátula del álbum, que dejando de lado las portadas coloridas de los discos anteriores de Genesis, se concentra en el uso del blanco y negro, incluso hasta cambiando el logo de la banda en un estilo más art déco. Para tratar de darle un poco más de coherencia a la historia, Peter Gabriel escribió un extenso texto que acompañaba el arte interno; siguiendo la línea fantástica y alegórica de la letra de las canciones, el mismo no echaba mucha mayor luz, más bien que aporta a la confusión. El desconcierto aumentaba también entre los fans: la gira presentación comenzó el mismo día del lanzamiento del álbum y el disco se tocaba entero, dejando para los bises un par de temas de discos anteriores. La puesta en escena intentaba ser un espectáculo multimedia, tomando en cuenta la tecnología de la época, con proyecciones fílmicas y fotográficas, más un complicado diseño de vestuario para Gabriel, que a lo largo del show, interpretaba distintos personajes de la historia. Como frutilla del postre de un proceso tortuoso desde su concepción, el frontman anunciaba su partida de la banda tras el fin de la gira. Un golpe que no por esperado era menos doloroso.

El ilustrador Nathaniel Barlam publicó en su canal de Youtube un gran trabajo de animación con The Lamb Lies Down on Broadway. Vale la pena apreciar estas imágenes que nos transportan al viaje interno de Rael y su autodescubrimiento. Contiene todas las letras de la obra.

Metimos todas las ideas que teníamos. Y creo que mostraba nuestras virtudes: lo que aporté tenía una buena atmósfera, pero buena parte de la solidez vino de lo que compuso Peter.” Tony Banks

La partida de Peter Gabriel de Genesis significaba para todo el ambiente musical una muerte segura del que se había convertido en uno de los grupos claves del rock sinfónico de principios de los 70. Nadie podía imaginarse en lo que la banda iba a convertirse en los próximos años. Este disco despedida, que con los años se convirtiría en una obra de culto, contenía un misterio envolvente que fue atrapando a todos los fans de la banda y de todo el prog rock. Un disco pleno de significados e interpretaciones, una obra que invita a hacer junto a Rael, su protagonista, ese viaje fantástico de autodescubrimiento. Cinco músicos geniales, contra todos los problemas internos y externos, parían un álbum inmortal. Un ópera rock eterna, antecesora (y desde mi punto de vista superior) al The Wall de Pink Floyd, que en varios aspectos mejora y culmina todo una época, mientras nos alumbra sobre los cambios y fenómenos que vendrían.

domingo, 25 de octubre de 2020

Borges y Genesis: atardeceres y seres imaginarios

Comprobado está que en tren de encontrar similitudes, citas, autocitas, plagios, copias, coincidencias, etc., el arte nos enseña que lo que pensó un artista lo pensaron todos los artistas. De esa infinita lista de cruces y analogías y temas comunes encontré esta curiosidad. O no tanto. 


En el año 1923 un joven y todavía inseguro Jorge Luis Borges publica su primer libro, un poemario titulado Fervor de Buenos Aires. Según se describe en el prólogo, más allá de la notoria influencia de poetas como Walt Whitman o Leopoldo Lugones, su autor, que se siente tímido, ya era esencialmente el Borges posterior, genio y figura de la literatura universal. La obra, que humildemente está dedicada A quien leyere, contiene una sucesión de poemas descriptivos de una ciudad embellecida por los atardeceres y el encanto de sus arrabales. Entre ellos se destaca Afterglow, bella palabra del inglés que describe como pocas al atardecer y cuya traducción más exacta sería algo así como resplandor del crepúsculo. 

Siempre es conmovedor el ocaso 
por indigente o charro que sea, 
pero más conmovedor todavía 
es aquel brillo desesperado y final 
que herrumbra la llanura 
cuando el sol se ha hundido.  

El tema, el tono y el título, son retomados por Genesis, grupo fundamental del rock progresivo inglés, que en 1977 edita el disco Wind and Wuthering, obra cumbre del sinfonismo trasladado a la música popular. El tema que cierra el disco, una obra meláncolica desde el arte de tapa hasta las letras y músicas que lo componían, es precisamente un homónimo del poema de Borges citado más arriba. Afterglow, escrito por el tecladista Tony Banks, se transformó en una clásico de las performances en vivo de la banda y en uno de los temas más populares de su repertorio. A esa melancolía tan inglesa que trasluce la letra y el modo de cantar de Phil Collins, se agrega una extraordinaria parte instrumental final, que hasta el día de hoy estremece escuchar.

Like the dust that settles all around me, 
I must fund a new home. 
The ways and holes that uses to give me shelter, 
are all as come to me now. 
But I, I would search everywhere just to hear your call,
 and walk upon stranger roads than this one in a world 
I used to know before 
I miss you more. 

   

II

El mismo escritor y el mismo grupo se habían encontrado un año antes, 1976, en el primer disco editado después de la partida de Peter Gabriel. Genesis retoma los estudios de grabación con un disco titulado A trick of the tail, con un sonido menos barroco y un vuelo poético mayor, quizás a fuerza de perder la contundencia que se mostrara en trabajos como Foxtrox (1972) o Selling England by the pound (1973). Uno de los temas, escrito también por Banks en colaboración con el bajista y guitarrista Mike Rutherford, se titula Squonk y narra vida, pasión y muerte de un ser extraño que se disuelve en lágrimas. 

Walking home that night the sack across my back, 
the sound of sobbing on my shoulder. 
When suddenly it stopped, 
opened up the sack, 
all that I had a pool of bobbles and tears, 
just a pool of tears.





El trágico ser había sido mencionado por Borges en la obra escrita en colaboración con Margarita Guerrero, El libro de los seres imaginarios (1967), donde los autores enumeran una arbitraria selección de los “extraños entes que ha engendrado, a lo largo del tiempo y del espacio, la fantasía de los hombres”. Entre ellos, claro, El Squonk, donde se transcribe textualmente un texto del escritor norteamericano William T. Cox escrito en 1910, explicativo de la naturaleza del animal, que volviendo a las coincidencias, viajaba a la hora del afterglow

El Squonk es muy hosco y generalmente viaja a la hora del crepúsculo. La piel, que está cubierta de verrugas y lunares, no le calza bien; los mejores jueces declaran que es el más desdichado de todos los animales. Rastrearlo es fácil, porque llora continuamente y deja una huella de lágrimas. Cuando lo acorralan y no puede huir o cuando lo sorprenden y lo asustan se disuelve en lágrimas. 

III

¿Sigo buscando?

martes, 2 de junio de 2020

Vinilo XXV - Abacab - Genesis (1981)



I

La edición de Duke (1980) había significado para Genesis una despedida a todo trapo de los gloriosos años 70. Acorralada por los nuevos géneros musicales en boga —la new wave, el punk y la música disco, entre otros—, la banda había emprendido un lento pero decidido viraje hacia composiciones más simples y despojadas, acercándose a un público más masivo. El simple Follow You Follow Me (1978), una bella y simple balada pop, les dió su primer éxito radiable y la llegada a un público más amplio y no tan exclusivo. En Duke decidieron continuar ese camino con gran resultado; Genesis estaba en las puertas de alcanzar el status de banda masiva. Encarar la nueva época significaba tirar varios supuestos abajo y reinventarse como banda. Phil Collins, que tenía recién editado su primer disco solista Face Value con un éxito inusitado, estaba muy entusiasmado con la producción de Hugh Padgham, a quien había conocido grabando en el tercer disco solista de Peter Gabriel. En ese disco habían trabajado un nuevo sonido para la batería que lo había enamorado y al que estaba dispuesto a seguir desarrollando. Reunido otra vez con Tony Banks y Mike Rutherford para grabar un nuevo disco, recomendó fervorosamente a Padgham como productor para la grabación. Tony Banks no dudaría en decir que lo logrado en el estudio significó una “verdadera patada en el culo” para el sonido de la banda. Los 80, a partir de este cambio artístico, esperarían a Genesis con los brazos abiertos y dispuestos a convertirlos en una banda de estadios.

II

El trío Collins – Banks – Rutherford había adquirido una granja en las afueras de Londres, a la que llamaron The Farm, para transformarla primero en una sala de ensayos y, más tarde, en un estudio de grabación. Invirtieron tanto dinero en equipos que finalmente comprendieron que no haría falta trasladarse a ningún estudio ya instalado. A partir de entonces, cada nuevo disco de Genesis sería compuesto y grabado en ese lugar. El nuevo sonido de la batería de Phil Collins –sonido que sería el dominante durante toda la década— se transformaría en la base de toda la composición. Resonando en un amplio espacio sonoro, el golpe de la batería lo dominaba casi todo, y sobre él se apoyaban las bellas melodías de los teclados de Banks y la voz cada vez más potente y firme del cantante. Sumado a eso, la banda había empezado a experimentar con computadoras y cajas rítmicas que habían adquirido en su última gira por Japón. Sin ideas preconcebidas, improvisando música y letras en el estudio, el nuevo disco significaría un cambio de rumbo rotundo. El uso de la nueva tecnología se notaba claramente en composiciones como Me and Sarah Jane (único tema en donde Banks se permite meter algunas florituras con sus teclados), Man on the corner (con una máquina de ritmos como base), No reply at all (con la impensada colaboración de la sección de vientos de Earth, Wind & Fire) y Keep it dark (con una sonido impactante). En la imponente Dodo se producía una rara mezcla del nuevo sonido y el viejo sinfonismo y en Abacab, tema que le daría nombre al disco, Genesis ponía toda la carne en la parrilla en un tema potente, con una letra abstracta y una prolongada jam final. Dos bellos temas cerraban el disco, Like it or not y Anoter Record. Para septiembre de 1981 Abacab llegaba a las bateas. Genesis batía sus propios récords y el disco se convertía en su álbum más vendido a ese momento.

III

Si el sonido era mucho más potente y puro y algunas de las letras se ponían abstractas, el arte de tapa también mostraba un cambio profundo en la estética; Sobre un fondo blanco se dibujaban unas pinceladas en tres colores. Hubo varias ediciones y esos tres colores fueron variando, por lo que se produjeron algunas discusiones sobre cuales eran los colores correctos. No los había, los colores iban variando de acuerdo al lugar de edición. El sobre interno mostraba al trío en una fotografía granulada en tonos sepia sin ningún texto adicional. Programaron una gira mundial de gran éxito, la concurrecia promedio a los shows no bajaba de los 50.000 espectadores. La teatralidad y el dramatismo característicos de la banda se potenciaban con la innovación de los VarieLites, el sistema de iluminación que permitía el movimiento de las luces y el cambio de color en forma automatizada. Genesis fue la primera banda en presentar este sistema que cambiaría para siempre a los conciertos a gran escala. El éxito fue tan grande que los obligó a editar el año siguiente un disco en vivo, Three Sides Live (1982), en donde además de un registro de la gira se presentaban algunos temas descartados de discos anteriores. Con una verdadera demostración de fuerza y adaptación, Genesis ingresaba a los 80 renovado y dispuesto a seguir dando pelea. Tendría otras oportunidades de seguir escalando más alto.


viernes, 15 de mayo de 2020

Vinilo XXIII - So - Peter Gabriel (1986)



I

Desde que anunciara, en los primeros meses de 1975, que su etapa como frontman de Genesis, vaca sagrada del rock progresivo, estaba terminada, Peter Gabriel comenzó a construir una carrera solista que le daría un prestigio inmenso en la crítica y el público. Si había alguien dentro de la industria musical del rock que podía ostentar con autoridad el rótulo de artista era él. Había editado cuatro álbumes en donde había consolidada un estilo muy particular, en donde su extraordinaria capacidad interpretativa y el riesgo artístico se combinaban de manera casi perfecta. En lo que significaba una verdadera rareza, sus discos no tenían nombre, se los identificaba por la portada, aunque con el tiempo todos recibieron como seña una palabra para distinguirlos. Car (1977), Scratch (1978), Melt (1980) y Security (1982) habían cimentado un prestigio firme y sólido. Pero mientras Genesis se iba convirtiendo como banda en un fenómeno masivo, los discos de Gabriel tenían un público fiel pero no lograban el éxito mundial y extendido que su talento insinuaba. Después de tomarse un tiempo de experimentación y análisis, Peter Gabriel decidió simplificar un poco sus composiciones, orientó su música hacia un cierto tipo de pop sofisticado y armó un equipo de trabajo que era un verdadero seleccionado de músicos y cantantes sensacionales.

II

Peter Gabriel había decidido que su quinto álbum tampoco iba a llevar nombre, pero esta vez, la compañía grabadora no estuvo tan de acuerdo, había invertido mucho dinero en la producción. Ponerle un título al disco era una parte esencial de la estrategia de difusión. El músico peleó todo lo que pudo por mantener su postura, pero finalmente, decidió titularlo con una lacónico So y puso en la tapa su rostro en forma límpida, a contrapelo del trabajado arte de tapa que tenían sus discos anteriores. Desde la tapa misma, todo indicaba un cambio de rumbo. La edición del disco en mayo de 1986 transformaría la imagen de Gabriel en una estrella mundial.
Coproducido junto a Daniel Lanois, que venía de trabajar con Brian Eno y U2, entre otros, So tenía un sonido límpido y novedoso. La banda era insuperable: David Rhodes (guitarras), Tony Levin (bajo), Manu Katché (batería), más otro puñado de colaborares de lujo, le dieron a los temas del disco un lustre que marcaría una época. El comienzo con Red Rain, con un gran sonido ochentoso lleno de teclados, nos marca por dónde estaba yendo la cosa. La voz de Gabriel suena espectacular, rugosa y perfecta. El track dos es nada más y nada menos que Sledgehammer, mega hit que se convirtió en número uno en casi en todo el mundo. Su impresionante video, realizado con la técnica del stop motion, fue multipremiado y su altísima rotación en la cadena MTV es uno de los motivos del gran éxito que tuvo el tema.


La emotiva Don't give up, a dúo con la extraordinaria cantante Kate Bush, es otro gran punto alto del disco, una balada que es casi un diálogo de una pareja en dónde una parte sostiene el declive de la otra. That Voice Again, con el gran Steward Copeland en la batería, cierra el lado A.
En Mercy Street, una bello tema repleto de clima y sugestión, logra uno de sus mejores composiciones. Big Time, otro tema funky y bailable, muestra la banda sonando en forma increíble y el artista vuelve a impresionar con un video de difusión de impecable factura. Después de llegar a estas cimas, el disco muestra algo de experimentación sonora con We do what we'retold y This is the picture, este último con la trascendente colaboración de la artista norteamericana Laurie Anderson. El cierre es con la bella y exitosa In your eyes, cantada con la colaboración del senegalés Youssou N´Dour. El disco era una bomba de sonido e imagen con altísima rotación en radio y televisión. Peter Gabriel vivía por fin el momento de convertirse en una megaestrella.

III



A caballo de este éxito inédito, el ex Genesis emprende una gira mundial de largo alcance. Como lo hacía desde principios de los setenta, el concierto era un espectáculo integral en donde podía desplegar sus dotes histriónicas de gran intérprete. Con dirección de Michael Chapman y producción del gran Martin Scorsese, filma con un gran despliegue una presentación de la gira en Atenas. En 1989 sería presentado con el nombre de P.O.V. (Point of view) material de esa filmación, intercalado con imágenes inéditas del backstage y fragmentos documentales alusivos a las temáticas de las canciones. Es una muestra generosa de cómo el arte de Peter Gabriel abarcaba mucho más que un puñado de canciones perfectamente grabadas y ejecutadas. Músico transgresor, innovador, profundo, nos dejaba en So un perfecto documento de su búsqueda inquieta de nuevas sonoridades. Referente de la llamada world music y su inserción en los géneros occidentales, su figura lograba con este gran disco reunir un prestigio y una fama que no lo abandonarían más.

miércoles, 24 de junio de 2015

Genetics y Steve Hackett: la celebración de una música eterna

Con dos exitosas presentaciones en el Teatro Coliseo los días 17 y 18 de junio, Genetics volvió a los escenarios tras la trágica muerte de su frontman Nacho Rodríguez Genta, estrenando nuevo cantante y con la participación estelar del miembro original de Genesis Steve Hackett. Emoción y magia para recrear como nadie las gemas de la música eterna del legendario grupo inglés.


Quizás los momentos más oscuros nos lleven a otros momentos luminosos y mágicos. Algo de eso deben haber pensado los miembros de Genetics cuando se vieron y escucharon en el familiar escenario del Coliseo acompañados nada más y nada menos que por el legendario Steve Hackett, miembro original del Genesis de los dorados años 70. Si ya habíamos destacado la notable performance de Genetics tocando en forma inigualable esos clásicos eternos, hacerlo junto al guitarrista original, coautor e intérprete de muchas de esas páginas, fue un logro artístico mayúsculo. A las cualidades remarcadas del grupo se le sumó el arte, la entrega y la generosidad escénica y artística de un prócer de la guitarra en dos noches mágicas y eternas. Con una escenografía austera, una iluminación exacta y precisas proyecciones que acompañaron las canciones, lograron el clima exacto para la celebración y el homenaje.

Tomás Price, nuevo frontman de Genetics
Una de las incógnitas de la noche estuvo en saber quién y cómo reemplazaría a Nacho Rodríguez Genta en la voz principal. Tomás Price fue una grata sorpresa; quizás ayudado en que todas las miradas estaban puestas en Hackett, el debutante cantó admirablemente. No tiene la presencia escénica del ausente homenajeado, pero descolló en cada una de sus intervenciones: un verdadero hallazgo. El resto de la banda impecable como siempre. Daniel Rawsi en batería, Claudio Laface en bajo y guitarra, Horacio Pozzo en teclados y Leo Fernández en guitarra son Genesis. Uno cierra los ojos y resulta muy difícil no pensar que está escuchando a la vaca sagrada del rock sinfónico, a la banda más imaginativa, potente, dramática, operística y genial de toda la música progresiva de cualquier lugar y época. Si a eso le sumamos la presencia majestuosa del guitarrista original que tocó en esas grabaciones eternas, sabemos que el banquete estaba servido. Steve Hackett se comportó como un sabio generoso: tocó como nadie lo que tenía que tocar e hizo participar a Leo Fernández en proporciones casi iguales a las de él. El resultado fue magia en estado puro.

El gran Steve Hackett
El arranque fue con Dance on a volcano, primer tema del primer disco post Peter Gabriel; escuchar esos primeros acordes de Hackett erizó la piel. No fue la única vez: Dancing with the Moonlit night, The fountain of Salmacis y Firth of fifth fueron puntos altísimos, casi insuperables. El guitarrista inglés tocó con pasión y en forma inmejorable cada nota. Verdadero maestro de la guitarra, estudioso por años del instrumento y todas sus variantes, dueño de una generosa discografía solista, Steve Hackett no necesita excesivos yeites para deslumbrar ni sumar notas en breves tiempos para demostrar destrezas. Su manera de tocar hace alargar y profundizar el sentimiento de cada nota y cada acorde. Los magistrales y emocionantes solos ejecutados al final de The Lamia y la suprema obra maestra Supper’s Ready (que Genetics tocó íntegramente en su más de 20 minutos en gran forma) fueron demostraciones de que Hackett puede hacer que un instrumento nos hable, nos transporte, nos penetre. El maestro tuvo además un set acústico en guitarra española que desembocó en la genial Horizons, primer y breve track del lado B de Foxtrot, su segundo disco en Genesis.



Los extraordinarios bises con Watcher of the skies y la imperecedera The musical box cerraron una mágica noche de música y emociones. Los Genetics, renaciendo desde el dolor de la pérdida de su amigo y carismático frontman, se encontraron nuevamente con su público, con el talento sabio y generoso de Hackett, con la obra monumental de Genesis, con la certeza de que son bastante más que una banda tributo. Son una forma de arte casi renacentista, que con preciosismo y pasión, reviven una obra eterna. Salud Genetics, el milagro ha sido hecho y hemos podido escucharlo y verlo: Genesis no morirá jamás.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Vinilo XIII - Seconds Out - Genesis (1977)


I

Los discos en vivo tuvieron y tienen un encanto y un atractivo particulares. Antes de la era digital y los downlands ilegales o gratuitos, la industria discográfica retroalimentaba ganancias con estos registros que permitían combatir las ediciones piratas de conciertos y se transformaban en especies de greatest hits. Para cualquier artista, alcanzar a grabar un disco en vivo significaba lograr un status de reconocimiento del mercado y del público. La mayoría de estas grabaciones eran mezcladas y mejoradas en el estudio, recibiendo una mano de barniz que les daba brillo y protección, pero que a veces ocultaban la cruda y verdadera naturaleza de lo que se quería mostrar. A pesar de ello, muchos de estos discos son hitos que ocupan lugares centrales en la discografía de un artista. El rock sinfónico en general y Genesis en particular tienen grandes discos en vivo, pero Seconds Out es y será un clásico eterno de la música popular del siglo XX y una de las más grandes grabaciones en vivo de todos los tiempos.

II

La partida de Peter Gabriel de la banda había significado un duro golpe y un enorme desafío para los sobrevivientes de Genesis. La ecuación se saldó con la edición de dos discos de estudio memorables, A trick of the tail y Wind & Wuthering, y la incorporación para los shows de un baterista que permitiera a Phil Collins ocuparse de la voz principal. En primera instancia ese rol fue cubierto por el legendario Bill Bruford, integrante de Yes y King Crimson, cuya paso resultó efímero, para luego dar lugar a Chester Thompson, que se quedaría por años con el puesto. Aceitados como banda como nunca lo habían estado, seguros tras el éxito de los dos primeros discos post Gabriel, con Collins cada vez más firme como frontman, Genesis decide editar un doble en vivo al que llamaría Seconds Out, en referencia a la célebre frase utilizada en boxeo para indicar que la pelea va a comenzar y el boxeador quedará solo en el ring sin ningún soporte extra.

III

El disco doble fue grabado casi íntegramente en París entre el 11 y el 14 junio de 1977. Para entonces las presentaciones del grupo habían crecido en fama apoyadas en grandiosos performances individuales y una presentación lumínica inédita que acentuaba el siempre latente dramatismo de su música. El logro magnífico de este documento sonoro es que muchas de las grabaciones sonaban superiores a sus originales de estudio. Basta escuchar Robbery, assault and battery, por ejemplo o el trascendental instrumental Los Endos, que se transformaría en un clásico perenne de sus presentaciones en vivo. Las gemas del disco, ejecutadas magistralmente, eran dos clásicos temas de Selling England by the pound; la banda luce insuperable en Firth oh fith —con Tony Banks y Steve Hackett en estado de gracia— y Cinema show, única grabación del disco con Bill Bruford en la batería. Quizás las mejores grabaciones de rock progresivo jamás escuchadas.

IV

Hay más felicidades en la escucha de Seconds Out: la potente y lacrimosa Squonk, la emblemática y eterna The Carpet Crawl, la canción emblema The lamb lies down on Bradway, empalmada con la sección final de una gema del rock teatral que Genesis encarnaba como ninguna otra banda, la dramática The musical box. Y el mágico quinteto —Tony Banks, Mike Rutherford, Phil Collins, Steve Hackett y Chester Thompson— se anima a reservar una de las cuatro caras de los discos para incluir completa la miniópera Supper´s ready, de más de 20 minutos de duración, en donde se condensan todas las virtudes interpretativas y de composición de una grupo clave de la progresiva inglesa y que con los años, se transformaría en una vaca sagrada del rock sinfónico. Genesis dejaba grabado en Seconds out uno de los mojones mágicos y eternos de su extensa trayectoria, hoy ya convertida en leyenda de la música popular.


jueves, 5 de diciembre de 2013

Genesis: una selección personal

¿Por qué Genesis? ¿Qué cosas provocan un fanatismo que perdura a través de los años? ¿Qué hace que tratemos de que su llama siga viva e intentemos trasladar nuestra pasión a todos los que conocemos? ¿Por qué encontramos nuevas felicidades en cada escucha de cualquiera de sus discos clásicos y eternos?
No pude resistirme a la tentación de listar las mejores canciones de Genesis de toda su extensa discografía. Quizás sea algo propio de la cultura consumista, proclive a transformar en números y estadísticas, en ganadores y perdedores, todo lo que encuentre a su alcance, pero los rankings siempre tienen un encanto especial. Las más grandes películas de la historia, los cinco libros que te llevarías a una isla desierta, las diez mejores series de todos los tiempos. Esta lista que presento es la foto actual, quizás en unos días, o mañana mismo, cambie o agregue alguna otra canción. Es que para un fan todo registro de la banda esconde alguna felicidad, a veces pequeña, otras inmensa. Aquí va mi pequeña gran 
selección:

1 – The knife ( Tresspas – 1970 )
Nuestros héroes graban el primer disco enteramente Genesis con varios lugares comunes de la progresiva inglesa del momento, pero al final rompen los esquemas con una canción potente y agresiva que se convirtió es su primer gran hit en vivo. Escuchar también: Stagnation.

2 – “The fountain of Salmasis” ( Nursery crime – 1971 )
Una miniópera esencial del rock sinfónico, con la historia de Hermafrodita hermosamente contada, Peter Gabriel interpretando varios personajes y el quinteto luciéndose mostrando imaginación y extrema precisión. Gran solo final de Steve Hackett. Escuchar también: The musical box.

3 – “Watcher of the skies” ( Foxtrot – 1972 )
El mellotron de Tony Banks introduciendo el tema es una marca esencial de esta época del grupo. El rock teatral en su máxima expresión otra vez contando una historia fantástica. Phil Collins empieza a demostrar que es una baterista excepcional. Escuchar también: Can utiliy and the coastilerns.



4 – “The cinema show” ( Selling England by the pound – 1973 )
Una bella letra y una parte instrumental de lo mejor que dio la música popular de todo el siglo XX, traspasando las fronteras del rock. Todo el disco en una gran obra de arte. Inigualable, clásico, genial. Este solo disco justifica cualquier fanatismo. Escuchar también: Firth of fith.

5 – “The lamia” ( The lamb lies down on Broadway – 1975 )
Antes que The Wall de Pink Floyd, Genesis compone una ópera rock genial que cuenta la historia de Rael, un portorriqueño perdido en las calles de Nueva York en busca de su hermano y su propia identidad. Hay tantas ideas musicales en este disco doble, que merece un ensayo aparte. El tema elegido reúne letra, melodía e interpretación en un combo de lujo. Escuchar también: It.

6 – “ Dance on a volcano” ( A trick of the tail – 1976)
¿Y ahora qué pasa? El frontman inigualable deja la banda y cuando para todo el mundo el grupo debería desaparecer, el baterista se asoma y asume la tarea de cantar. En este tema, que abre el primer disco post Gabriel, el grupo luce genial, refinado, potente, con una gran parte instrumental final. Escuchar también: Ripples.  


 7 – “Afterglow” ( Wind and whetering – 1977 )
Banks compone una bella canción con una melodía extraordinaria que el grupo decide poner al final del disco. Es una canción terminal, emocionante, clásica. ¿Se puede transformar el atardecer en canción? Sí, Genesis lo hace. Todo el disco es una cumbre del rock progresivo. Escuchar también: One for the vine.

8 – “The lady lies” ( …And then there were three – 1978 )
Ya sin Hackett, golpe duro, el ahora trío emprende un disco en donde intenta refugiarse en lo seguro. En el tema elegido eso se nota claramente. Y les sale genial. Quizás fruto de la situación algunas composiciones se simplifican. Escuchar también: Follow you, follow me.

9 – “Behind the lines” ( Duke – 1980 )
Gran despedida gran a los 80 en uno de sus mejores discos. Collins se transforma en una gran cantante y la melodía elegida, tan bella, tan bien interpretada, con voz de crooner, merece la elección. La banda de culto empieza a dejarle lugar a la banda de estadios. Escuchar también: Duke’s travel.

10 – “Abacab” ( Abacab – 1981 )
Nuevo productor, nuevo sonido, nueva estética. Genesis se pone abstracto hasta en el arte de tapa. Abacab es un gran tema con una prolongada jam final. A lo largo de las giras fueron sacándole lustre y velocidad a la ejecución de este tema, transformándolo en clásico. Escuchar también: Another record.


 11 – “It´s gonna get better” – ( Genesis – 1983 )
Gran sonido gran, gira impresionante, éxito masivo y otra canción terminal que cierra el disco y emociona. Escuchar también: Mama.

12 – “The brazilian” – ( Invisible touch – 1986)
En la cúspide de su popularidad, Genesis se vuelve más pop que nunca, pero todavía le da espacio a la experimentación jugando con las baterías electrónicas otra vez apoyados en los brazos hercúleos de las melodías de Banks. Escuchar también: Tonight, tonight, tonight.

13 – “Fading ligths” – ( We can´t dance – 1992)
Cultos, refinados, maduros, dejan este gran tema para cerrar el disco. En la gira lo tocan los tres solitos con su alma en el escenario. Emocionan con un gran tema de despedidas. Escuchar también: No son of mine.




domingo, 24 de febrero de 2013

Genetics: la banda tributo como forma de arte

Con una exacta recreación del sonido del primer Genesis y una puesta que respeta la teatralidad y el dramatismo de su música eterna, Genetics transforma el tributo en una forma de arte en sí mismo.


Las bandas o solistas tributo son casi plaga en Buenos Aires. Con mayor o menor repercusión y mayor o menor calidad artística, una cantidad increíble de músicos aficionados o profesionales se lanzan a recrear el repertorio de artistas consagrados. Allá por los ’80, la mítica banda Rael transitó ese camino casi como pionera, interpretando con éxito la música del Genesis primigenio, aquél que tenía a Peter Gabriel como carismático líder y que se transformó con los años en una vaca sagrada del rock sinfónico con discos eternos como Nursery crime o The lamb lies down on Broadway. Con una formación integrada en su mayoría por ex integrantes de Rael, Genetics vuelve a la carga con un tributo a Genesis que conjuga repercusión del público, críticas favorables y el respeto de músicos profesionales consagrados.
En 2012 Genetics celebró los 40 años del lanzamiento de Foxtrot, cuarto álbum de estudio de Genesis, con una serie de celebradísimas presentaciones, algunas de ellas en el ND Ateneo, tocando completa esa pieza fundamental del rock progresivo. Integrada por Ignacio Rodríguez Genta (voz líder, flauta traversa y percusión incidental), Horacio Pozzo (teclados, piano y guitarra acústica de doce cuerdas), Daniel Rawsi (coros, batería y percusión), Diego Chorno (guitarra eléctrica y coros) y Claudio Lafalce (bajo y guitarra, guitarra acústica de doce cuerdas, pedalera de bajos y coros), Genetics asombra porque lo suyo no es un mero calco mecanizado de esos temas, es además, un interpretación que resume el sonido exacto de las grabaciones y el pulso teatral y el dramatismo que Genesis tenía en vivo.
Ignacio Rodríguez Genta como the flower en Supper´s ready en las presentaciones de Foxtrot 
Horacio Pozzo, que lleva sobre su hombros la hercúlea tarea de tocar la música del tecladista Tony Banks, dice que no aspiran a ser más que una banda tributo. “Hacemos esto porque nos gusta, es un desafío musical hacerlo bien y sabemos que hay gente que quiere ver esta música en vivo”. Sin embargo, Genetics excede largamente el formato tributo; músicos como Gillespi o críticos consagrados como Alfredo Rosso, han manifestado asombro y admiración por la calidad artística de sus shows. Pozzo aclara que “el criterio es ser fiel a las grabaciones en estudio originales, pero aunque no lo busquemos, es inevitable poner algo de cada uno cuando tocamos”. Reproducir las armonías, arreglos y melodías creadas hace cuatro décadas por tipos que merodeaban los 25 años les produce “una especie de excitación y admiración” que inevitablemente tiñe cada show.
Genesis tuvo una extensa trayectoria marcada a fuego por dos frontman de una presencia fenomenal en el escenario: Peter Gabriel y Phil Collins. La selección de temas de Genetics está centrada en el primer período de la banda con algunas piezas del primer período post Gabriel. “Peter Gabriel le dio a Genesis una clima muy especial, algo bizarro, una profundidad que se diluyó después”, explica Pozzo. Sin embargo, no se privan de incursionar en el primer tramo de la fase Collins con temas como Inside and out, donde suele tocar como invitado el extraordinario bajista Javier Malossetti, o partes instrumentales del disco Wind & wuthering, último registro en estudio en donde la banda británica tuvo como guitarrista a Steve Hackett. “Los elegimos porque nos gustan, no tenemos prejuicios”, aclara Horacio Pozzo. Uno cree que Genetics tiene mucho todavía para incursionar por esos lados, hay ganas de más.



A través de las redes sociales Genetics dio señales a sus seguidores de que en este 2013, al igual que lo hiciera con Foxtrot, homenajeará los 40 años de la edición del célebre Selling England by the pound, considerado como una de las cúspides del rock progresivo de todos los tiempos. Horacio Pozzo se entusiasma: “Los ensayos van muy bien, ya casi terminamos The battle of the Epping Forest, estamos recordando Dancing with the moonlight knight, que ya tocábamos con Rael, Cinema Show necesita más trabajo en los detalles y Firth oh fifth sale muy bien”. Los set list de Genetics son sabiamente armados, además de tocar en su totalidad el disco homenajeado, incluye gemas de todos los discos: I know what I like (otro tema de Selling...), Carpet crawlers, Stagnation, The fountain of Salmacis y la infaltable The Musical Box, entre otras. Un momento de extraordinario éxtasis en los fans se produce cuando Genetics aborda en forma completa la miniópera Supper’s ready, un manjar exquisito que uno no se cansa de repetir. La banda ya anunció a través de Facebook que comenzará sus presentaciones el sábado 13 de abril enel Teatro Marín de San Isidro.


¿Por qué Genesis? Pozzo lo explica muy bien: “Es un denominador común en la adolescencia de los integrantes de la banda. Desde el ’73 hasta principios de los ’80, con o sin Peter Gabriel, estuvimos conectados con esos vinilos, mirando cada rincón de las tapas, leyendo cada letra, cada crédito… Quizás esta música nos está llevando de regreso a la adolescencia a nosotros y a nuestro público también”. Cuando Genetics pise nuevamente los escenarios la magia otra vez estará en el aire, reviviendo una música eterna con las armas más nobles que pueda aportar un artista: respeto, sensibilidad, pasión y talento. Algo que no se encuentra fácilmente por ahí. Salud Genetics, salud Genesis.