lunes, 28 de diciembre de 2020

Grandes Canciones 5 – Respect – Aretha Franklin (1967)

Cuando hablamos de Aretha Franklin lo hacemos sobre una de las artistas más grandes y trascendentales de la música contemporánea. Lady Soul, como se la llamaba, fue quizás la más grande exponente del género. A mediados de los 60 se convirtió en una verdadera estrella del soul, el gospel y el R&B. Aprovechó su status para convertirse en una referente del feminismo y el movimiento civil por los derechos de la comunidad negra estadounidense. Fue una artista comprometida y exitosa, con gran cantidad de hits y premios. En 1987 se convirtió en la primera mujer en ingresar a Rock an Roll Hall of Fame: una celebridad musical y cultural que trascendió su arte. En 1967 convirtió una canción de Ottis Redding en un éxito fuera de toda escala. Escrita en 1965, Respect (Respeto, en español), era en la versión de su autor un tema que hacia referencia al respeto que una mujer debe tenerle al hombre que la provee. La versión de Aretha Franklin le haría encontrar un sentido totalmente distinto, al punto de transformarla en un himno atemporal.

Aretha era una verdadera artista que tenía un concepto integral de su arte, el canto, pero además controlaba todos los resortes de una grabación. Era una estupenda pianista y una gran arregladora. En un estudio la palabra de Aretha pesaba y mucho. Al decidir grabar Respect, rápidamente entendió que tenía elementos valiosos que podía transformar en algo más grande. Le cambió el género a la letra, le agregó un puente con un solo de saxo sensacional y trabajó sobre los coros un nuevo arreglo vocal. Publicado en 1967 el simple fue un éxito sensacional. Respect se transformó en un himno para el movimiento feminista y la lucha por los derechos civiles. El cambio en las letras de Aretha resultó fundamental, en su voz el tema mostraba a una mujer negra pidiendo respeto. El tema trascendió todas las barreras, tuvo infinidad de versiones y entró en el panteón de las más grandes canciones de todos los tiempos. Lady Soul se transformaba en Queen of Soul.

What you want
Baby, I got
What you need
Do you know I got it?
All I'm askin'
Is for a little respect when you come home (just a little bit)
Hey baby (just a little bit) when you get home
(Just a little bit) mister (just a little bit)

I ain't gonna do you wrong while you're gone
Ain't gonna do you wrong, 'cause I don't wanna
All I'm askin'
Is for a little respect when you come home (just a little bit)
Baby (just a little bit) when you get home (just a little bit)
Yeah (just a little bit)

I'm about to give you all of my money
And all I'm askin' in return, honey
Is to give me my propers
When you get home (just a, just a, just a, just a)
Yeah, baby (just a, just a, just a, just a)
When you get home (just a little bit)
Yeah (just a little bit)

Ooh, your kisses
Sweeter than honey
And guess what?
So is my money
All I want you to do or me
Is give it to me when you get home (re, re, re, re)
Yeah, baby (re, re, re, re)
Whip it to me (respect, just a littlebit)
When you get home, now (just a little bit)

R-E-S-P-E-C-T
Find out what it means to me
R-E-S-P-E-C-T
Take care, TCB

Oh (sock it to me, sock it to me)
(Sock it to me, sock it to me)
A little respect (sock it to me, sock it to me
Sock it to me, sock it to me)
Whoa, babe (just a little bit)
A little respect (just a little bit)
I get tired (just a little bit)
Keep on tryin' (just a little bit)
You're runnin' out of fools' (just a little bit)
And I ain't lyin' (just a little bit)
(Re, re, re, re) 'spect
When you come home (re, re, re, re)
Or you might walk in (respect, just a little bit)
And find out I'm gone (just a little bit)
I got to have (just a little bit)
A little respect (just a little bit)

sábado, 12 de diciembre de 2020

Grandes Canciones 4 – Stand by me – John Lennon (1975)

 

A fines de 1973 John Lennon toma una decisión terminante y sorpresiva: se separa de la mujer con la que había formado una verdadera simbiosis, la dominante y omnipresente Yoko Ono. Comenzaba un período de excesos y descontrol en la vida del ex beatle que duró poco más de 18 meses, el llamado “the lost weekend”, un paréntesis de libertad absoluta pero que también incluyó una fase creativa muy interesante. En esa etapa, Lennon publicó tres álbumes dispares y bastante maltratados por la crítica: Mind Games (1973), Wall and Bridges (1974) y Rock 'n' Roll (1975). Este último consistió en una recopilación de oldies, viejas canciones que el músico amaba y que se propuso reversionar. Para eso recurrió al productor Phil Spector, con quien ya había trabajado, pero que no estaba atravesando su mejor etapa. Cocainómano y paranoico no contribuyó en nada a la tranquilidad de una grabación ya alterada con el descontrol que estaba viviendo el propio Lennon. Sin embargo Rock 'n' Roll contenía alguna joyas, entre ellas una estupenda versión de Stand by me (Quédate conmigo, en español).

El tema había sido compuesto y grabado en 1961 por Ben E. King, cantante y productor norteamericano de soul y pop, junto a los músicos Jerry Leiber y Mike Stoller, que firmaban los créditos con el seudónimo de Glick. Fue un éxito instantáneo y estuvo en la lista de los temas más vendidos por varias semanas. La idea del tema había sido tomada de un grupo gospel y adaptada a los ritmos y gustos de comienzos de los 60. La letra y música era atrapantes y a través de los años la canción tuvo cientos de versiones para todos los gustos. Elvis Presley y U2, entre varios otros, la revisitaron. Y por supuesto, esta sentida y cruda versión de Lennon, que la puso definitivamente en el bronce. Publicado en 1975, tras varios accidentes en su grabación, Rock 'n' Roll marcó el final del descontrolado “the lost weekend” del músico. Volvería al poco tiempo con Yoko Ono, quien seguía controlando su carrera y sus finanzas. Editó otro disco en ese año, Shaved Fish, y comenzó un período de ostracismo que duraría cinco años y que culminaría de manera trágica con su absurda muerte en 1980.

When the night has come
And the land is dark
And the moon
Is the only light we'll see

No, I won't be afraid
Oh, I won't be afraid
Just as long as you stand
Stand by me

So, darlin', darlin', stand by me
Oh, stand by me
Oh, stand, stand by me
Stand by me

If the sky that we look upon
Should tumble and fall
Or the mountain
Should crumble to the sea

I won't cry, I won't cry
No, I won't shed a tear
Just as long as you stand
Stand by me

And, darlin', darlin', stand by me
Oh, stand by me

Woah, stand now
Stand by me, stand by me

Darlin', darlin', stand by me
Oh, stand by me
Oh, stand now
Stand by me, stand by me

Whenever you're in trouble
Won't you stand by me
Oh, stand by me
Woah, stand now

Oh, stand by me

sábado, 5 de diciembre de 2020

Grandes Canciones 3 – A Whiter Shade of Pale – Procol Harum (1967)


Formada en 1967, Procol Harum es una de las bandas seminales del rock progresivo. A pesar de que sus orígenes estaban en el rhythm & blues, la edición de su primer simple, A Whiter Shade of Pale (Con su blanca palidez, en español), los posicionó como referentes de un movimiento musical que alcanzaría su cenit en la primera mitad de los 70. El tema fue un éxito inmediato, ocupando el número uno en ventas en Inglaterra por varias semanas. ¿Cuál era el encanto de esta melodía eterna? La anécdota que dió letra a la canción da cuenta de una frase que el letrista Keith Reid escuchó en una fiesta. Alguien se acercó a una muchacha y le susurró “te pusiste más blanca que el propio color pálido”. La letra romántica y simple unida a una envolvente melodía ejecutada en órgano Hammond transformó al tema en uno de los más exitosos de todo el siglo XX con más 10 millones de copias vendidas. El único simple que pudo hacerle sombra fue Bohemian Rhapsody (1975) de Queen. Ambos temas coinciden en una curiosidad: en sus letras está incluida la palabra en español fandango, que hace referencia a un baile de origen español muy apasionado.

La esencia y el alma del tema radicaban en la ejecución del Hammond a cargo del tecladista Matthew Fisher, claramente influida por las composiciones clásicas de Bach. Esa mezcla perfecta de rock, pop y clásico fue el germen del todo el rock progresivo, que extendería los límites del formato canción a límites impensados. La autoría fue registrada a nombre de Keith Reid y Gary Brooker, miembros de Procol Harum. Un largo litigio legal concluyó en 2006 con la decisión de un juez británico de incluir como compositor del tema al organista Fischer, con quien a partir de ese momento se debía compartir el 40% de las ganancias del tema. A Whiter Shade of Pale tuvo múltiples versiones en varios idiomas y de los artistas más impensados: Joe Cocker, Michael Bolton, Richard Clayderman, Sergio Denis, y un largo etcétera. La versión de Annie Lennox en su álbum Medusa (1995) es insuperable. Charly García la tiene entre sus canciones favoritas y la versionó en vivo en más de una oportunidad. Un clásico eterno.

We skipped the light fandango
And turned cartwheels across the floor
I was feeling kind of seasick
But the crowd called out for more
The room was humming harder
As the ceiling flew away
When we called out for another drink
The waiter brought a tray

And so it was that later
As the miller told his tale
That her face at first just ghostly
Turned a whiter shade of pale

She said "there is no reason,
And the truth is plain to see"
But I wandered through my playing cards
And would not let her be
One of sixteen vestal virgins
Who were leaving for the coast
And although my eyes were open
They might just as well have been closed

And so it was that later
As the miller told his tale
That her face at first just ghostly
Turned a whiter shade of pale


sábado, 28 de noviembre de 2020

Grandes Canciones 2 – Strangers in the night – Frank Sinatra (1966)

La década del 60 amenazaba con convertir a Frank Sinatra en un artista de catálogo. El rock y la revolución de los Beatles habían arrasado con todo lo que encontraban a su paso en la música popular. El cantante buscó reconvertirse con cambios en la orquestación, que mostraba más brillo, y nuevas versiones de sus clásicos más grandes, algunas de ellas muy cercanas al pop. En 1966 le acercaron una canción para que versionara, se llamaba Beddy Bye y había formado parte del soundtrack instrumental de la película A Man Could Get Killed. Fue escrita pensando en la voz de una mujer para finalmente caer en las manos de Sinatra. Con música de Bert Kaempfert y letra de Charles Singleton y Eddie Snyder, el tema no convencía del todo a la estrella. Aceptó finalmente grabarla pero con varios cambios. En manos de Sinatra la canción mudó de título y letra.

Las líneas originales no le gustaban, por lo que las hizo reescribir casi en su totalidad. El nombre final del tema sería Strangers in the night (Extraños en la noche, en español). Bajo la orquestación y los arreglos de Ernie Freeman, el tema se grabó en mayo de 1966 y formaría parte un álbum que se completaría meses después. Sobre el final Sinatra improvisó un tarareo que sería la marca registrada de la grabación. El tema, editado en simple como Lado A y acompañado de la canción Oh, you crazy moon como Lado B, se transformó en un éxito inmediato. El álbúm editado meses después sería el primer número uno en ventas de Sinatra en años. A pesar de haberlo devuelto a los primeros planos, La Voz detestaba a la canción, a la que solía llamar “pedazo de mierda” y odiaba cantarla en vivo. Entendía que era mera sensiblería pop. Pero que bien hecha.

Strangers in the night
Exchanging glances
Wond'ring in the night
What were the chances
We'd be sharing love
Before the night was through…

Something in your eyes
Was so inviting…
Something in you smile
Was so exciting…
Something in my heart
Told me I must have you…

Strangers in the night
Two lonely people,
We were strangers in the night
Up to the moment
When we said our first hello
Little did we know…

Love was just a glance away,
A warm embracing dance away…

And…

Ever since that night
We've been together
Lovers at first sight,
In love forever…
It turned out so right
For strangers in the night...

Love was just a glance away,
A warm embracing dance away…

Ever since that night
We've been together
Lovers at first sight,
In love forever...

It turned out so right
For strangers in the night


lunes, 23 de noviembre de 2020

El enigma Carrascosa: el jugador que no quiso ser campeón mundial


Jorge el Lobo Carrascosa no era un jugador más de la Selección Nacional de fútbol que iba a participar del Campeonato Mundial que se jugaría en Argentina. Era un pilar del equipo, el principal referente de Menotti en el plantel y el capitán dentro y fuera de la cancha. Sin embargo, seis meses antes del comienzo del torneo, Carrascosa renuncia y se pierde la oportunidad de ser campeón mundial. La pregunta sigue flotando sin respuesta clara: ¿por qué lo hizo?

Jorge Carrascosa, 5 de Junio de 1977
Fotografía de Masahide Tomikoshi @tphoto
Jorge Carrascosa era el estereotipo del lateral de los 70, con una figura recia y un rostro serio que se coronaba con un bigote típico de la época. Debutó en Banfield, pasó por Rosario Central, en donde sería campeón en el Nacional 71 de la mano de Labruna, para finalmente recalar en Huracán. Dirigido por César Luis Menotti, sería capitán y figura en 1973 de uno de los equipos más recordados del fútbol argentino. Esas actuaciones lo llevarían a la Selección que disputó el Mundial 74 en Alemania, equipo que sería vapuleado por la mítica Holanda de Johan Cruyff. La llegada de Menotti a la Selección lo convertiría en capitán y referente del equipo que jugaría el Mundial 78 en Argentina. Después de ser titular en gran nivel en la famosa Serie Internacional que se jugó a manera de preparación durante el 77 en cancha de Boca, Carrascosa anuncia su renuncia a seguir participando de la selección. ¿Qué llevó al capitán del equipo a tomar semejante decisión? Durante años las especulaciones fueron la moneda corriente. El protagonista contribuyó a la situación con su silencio y su ambigüedad para responder a la pregunta que todos se hacían. 

El motivo más obvio que apareció sobre la mesa, aunque nadie lo expresaba abiertamente en esa época de terror, era su desacuerdo con la dictadura. Participar del Mundial era avalar el terrorismo de estado y sus nefastas consecuencias. Sin embargo, esto fue negado una y otra vez por el protagonista. Se especuló con que tenía militancia política y simpatía con Montoneros. La política no tiene nada que ver, declaró, tengo mis ideas, mis ideales de justicia, pero no tienen que ver con eso. Se habló de una pelea con Menotti. También fue totalmente descartado, el Flaco lo respetaba como nadie y a pesar del desplante de abandonar el barco faltando tan poco para el comienzo del mundial, siempre habló del Lobo como un hombre honesto e íntegro. Algunos integrantes del equipo deslizaron que se fue en desacuerdo con que participaran del plantel jugadores que residían en el exterior. Este motivo también fue desechado. El enigma seguía sin responderse pero nadie quería detenerse a escarbar demasiado, la “fiesta de todos” estaba demasiado cerca para arruinarla o mancharla con cuestiones secundarias, mejor seguir para adelante.

Conocida la noticia de su renuncia, Carrascosa desapareció de la escena. Era pleno verano a comienzo del 78, y las revistas deportivas del momento, El Gráfico y Goles, enviaron a sus periodistas a buscarlo y conocer la palabra más buscada. De vacaciones en Mar del Plata, parando en una playa no muy concurrida, fue difícil hallarlo y sacarle alguna declaración terminante. Dio reportajes a los dos medios, pero era como hablar sin decir nada, los motivos parecían ocultos y las respuestas eran muy vagas, el protagonista tenía decidido no dar títulos ni emitir frases contundentes ni polémicas. Pero asediado por el cronista de Goles, presionado para declarar algo fuerte, Carrascosa responde: “¿Qué querés? ¿Que me tenga que ir del país?”. Lejos de aclarar nada, la respuesta dejaba más dudas y las interpretaciones se multiplicaron. ¿Cuál era el motivo por el cual un jugador todavía joven, referente y capitán de un equipo, respetado por sus compañeros y el técnico, abandona la oportunidad profesional de su vida? Quizás la respuesta no había que buscarla en ese verano del 78 sino en la forma de vida y en las declaraciones previas que Carrascosa había hecho desde que debutara en primera.

Palabras de Jorge Carrascosa:

“Yo al fútbol lo quiero. Nadie se puede imaginar hasta qué punto. Pero lo quiero como lo quise, como lo jugué, a mi manera. Lejos de las influencias que pueden deteriorarlo en su verdadera esencia.”

“La imperiosa obligación de ganar, la urgencia del éxito, han ido deteriorando al fútbol como deporte. Puedo admitir ese desgaste por las influencias económicas que todo lo gobiernan, pero no lo comparto. Yo no admití que me estimulen con cosas raras para ganar un partido. Yo siempre quise jugar y no ser utilizado por otros designios.”

“Quise poner dignidad a mi vida de futbolista, manejarme con armas nobles, tratar de hacer las menores concesiones posibles. Si mi equipo para salir campeón tiene que recurrir a la incentivación, al soborno o la aplicación de estimulantes, yo me sentiría muy mal.”

"No se puede generalizar ni controlar individualmente a cada persona. Pero siempre que existe la alta competencia, por las presiones mismas, late la posibilidadde que alguien busque incentivo por otro lado. Yo siempre entendí el deporte como una competencia digna y leal más allá de cualquier resultado. Con esto quiero decir que a mí me interesaba ganar con armas leales."


Jorge Carrascosa se perdió la fiesta y la gloria, todo fue a parar a manos de los que participaron de aquel Mundial 78. Pero con los años la situación cambiaría, el triunfo fue casi escondido y despreciado, los héroes era ahora tildados de colaboracionistas. La figura de Carrascosa casi que podía erigirse, si el protagonista lo hubiese querido o propiciado, en la de un héroe de la denuncia o la resistencia. Sin embargo, su actitud fue más cautelosa que nunca, prefirió el silencio y evitó cualquier señalamiento o condena a sus ex compañeros. Al repasar sus palabras a lo largo de los años se puede ver la coherencia granítica que contenían. Nunca quiso ser un héroe: era sólo un hombre que quiso decir que no a un ambiente exitista, asfixiante y de mucha presión, en donde el jugador era un elemento de descarte que debía estar dispuesto a todo. Todo eso, además, en el marco de una dictadura sangrienta.

"Sé que mi renuncia ha quedado como un emblema, pero también sé que debo darle el lugar que tiene. Aquella renuncia puede ser entendida perfectamente si se analiza todo lo que hice y dije en el fútbol antes de renunciar."

Quizás acá resida la mayor grandeza de Jorge el Lobo Carrascosa: un hombre coherente que quiso y supo decir que no a la gloria más grande a que puede aspirar un jugador profesional, por el solo y gigante hecho de ser fiel a sí mismo.

Fuentes: Revista El Gráfico, Revista Goles, "Historia oral del Mundial 78" de Matías Bauso, Sudamericana, 2018.

   

sábado, 21 de noviembre de 2020

Grandes Canciones 1 – Wuthering Heights – Kate Bush (1977)

Catherine Bush, conocida mundialmente como Kate Bush, nació en Inglaterra en 1958. Desde muy chiquita estudió violín y piano. Con apenas 16 años algunos demos con sus grabaciones fueron escuchados por David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd, quien quedó fascinado por su talento. Movió influencias para ficharla en la EMI, con la condición que dejaran pasar un tiempo antes de obligarla a grabar para que pudiera seguir puliéndose como artista. A los 19 años, en 1978, Kate Bush graba su primer álbum, The Kick Inside, un disco con un sonido muy difícil de aceptar, en un ambiente musical dominado por los agitados sonidos punk o el descaro de la música disco. Ninguneado por la crítica, en donde la cantante era catalagoda como pretenciosa, el disco alcanzó lentamente un éxito inusitado por un álbum debut. El tema que posicionaba a la cantante al número uno del ránking británico era Wuthering Heights (Cumbres borrascosas en español).

Wuthering Heights apabulla de principio a fin. Kate Bush usa y abusa de su fantástica voz de soprano en una composición que le pertenece en letra y música. La canción tiene una trama, cuenta una historia, toda una novedad, una audacia para la época diríamos. Su letra está inspirada en la trágica historia de amor entre Cathy y Heathcliff, protagonistas de la novela homónima de Emily Brontë, más concretamente el episodio de la novela que narra la aparición fantasmal de Cathy a un personaje secundario de la historia. El magnífico tema se mantuvo por semanas como número uno en ventas, desplazando a superestrellas como ABBA, y transformó a la jovencísima y valiente Kate Bush en una estrella.


Out on the wiley, windy moors
We'd roll and fall in green
You had a temper, like my jealousy
Too hot, too greedy
How could you leave me?
When I need to possess you
I hated you, I loved you too

Bad dreams in the night
They told me I was going to lose the fight
Leave behind my wuthering, wuthering
Wuthering Heights

Heathcliff, it's me, Cathy come home
I'm so cold, let me in-a-your window

Oh it gets dark, it gets lonely
On the other side from you
I pine alot, I find the lot
Falls through without you
I'm coming back love, cruel Heathcliff
My one dream, my only master

Too long I roam in the night
I'm coming back to his side to put it right
I'm coming home to wuthering wuthering
Wuthering Heights

Heathcliff it's me Cathy come home
I'm so cold let me in-a-your window

Oh let me have it, let me grab your soul away
Oh let me have it, let me grab your soul away
You know it's me, Cathy

Heathcliff it's me, Cathy come home
I'm so cold, let me in-a-your window.


domingo, 8 de noviembre de 2020

Vinilo XXXVIII– Discovery – Electric Light Orchestra (1979)

 


I

El supergrupo de rock progresivo inglés Electric Ligth Orchestra tuvo una extensa y fructífera actividad entre 1971 y 1986, con más de 10 álbumes editados y numerosos hits que la situaron como una de las bandas más famosas de su época. Liderada por Jeff Lynne —compositor, cantante, guitarrista y productor—, la ELO tuvo varios discos hoy considerados célebres, entre ellos Eldorado, A Symphony, A New World Record, Out of Blue y la grabación que nos ocupa: Discovery. Editado en 1979, Discovery significó un cambio de rumbo en el sonido y la producción, claramente inclinados a la música disco. Se convertiría en su trabajo más exitoso y el más radiable de toda su carrera. La banda fue siempre señalada como un reproductora de todos los trucos de The Beatles y su líder Lynne como un notable plagiador de McCartney. En Discovery se alejaría de esos caminos, dispuesta a incursionar en el sonido más vendedor del momento. Siempre maltratada por la crítica, la ELO estaba pasando por su mejor momento luego de edición de Out of Blue (1977) que, mal que les pese a sus detractatores, era una obra maestra del pop. Pero internarse en el mundo disco sin ser del palo era una muestra de osadía y suficiencia, cualidades de las que Jeff Lynne no carecía.


II

Para lograr el sonido que buscaba para su nuevo disco, Jeff Lynne decidió prescindir de la sección de cuerdas que acompañaba a la banda desde los primeros discos. La idea era dejar de lado de los sonidos edulcorados que aportaba, además de alejarse un poco de los ganchos beatlescos tan característicos del grupo. Reducida a un cuarteto, la ELO adquirió más solidez y contundencia, con un sonido modernizado a fuerza de vocoder y sintetizadores, elementos que luego dominarían los 80. La edición de Discovery confirmó que la búsqueda de Lynne no estaba equivocada. El disco arranca con un hit brutal: Shine a Little Love. A partir de ahí los golpes se suceden, certeros e implacables unos tras otros. En Confussion, Jeff Lynne homanajea al McCartney de Wings. The Diary of Horace Wimp, Nedd Her Love, Midnight Bue y On the Run eran canciones bien logradas, bien grabadas y producidas, con un sonido brillante y moderno. Discovery también contenía dos grandes bombas de sonido y éxito eterno, las hiperexitosas Last Train to London, que abría el lado B del disco, y Don't Bring Me Down, que lo cerraba. Ambos temas son ineludibles si revisitamos la música popular de esa época.


III

Definitivamente, la Electric Light Orchestra lograba con Discovery la masividad buscada y aseguraba el éxito tanto en Inglaterra como en EEUU. Por nuestras tierras, el disco también fue un boom de ventas y presencia radial. Subida a la ola gigante de su éxito global, asumen la tarea de componer y grabar la banda de sonido de la película Xanadú (1980), protagonizada por la cantante y actriz Olivia Newton-John. La película pasó sin pena ni gloria, pero el disco fue otro éxito mundial. El tema Xanadú, grabado a dúo entre la ELO y la cantante, de una perfecta confección pop, fue el primer número uno de la banda en Gran Bretaña. A partir de estos picos de popularidad la presencia de la banda fue disminuyendo paulatinamente. Esto, sumado a la mala fama en la crítica especializada, fue haciendo que su música fuera cayendo en el olvido. Años más tarde, la figura de Jeff Lyne fue rescatada y revalorizada como la de un verdadero artesano de la música popular. Siempre estará a mano Discovery para demostrarnos que la afirmación no es ni exagerada ni equivocada.


domingo, 25 de octubre de 2020

Borges y Genesis: atardeceres y seres imaginarios

Comprobado está que en tren de encontrar similitudes, citas, autocitas, plagios, copias, coincidencias, etc., el arte nos enseña que lo que pensó un artista lo pensaron todos los artistas. De esa infinita lista de cruces y analogías y temas comunes encontré esta curiosidad. O no tanto. 


En el año 1923 un joven y todavía inseguro Jorge Luis Borges publica su primer libro, un poemario titulado Fervor de Buenos Aires. Según se describe en el prólogo, más allá de la notoria influencia de poetas como Walt Whitman o Leopoldo Lugones, su autor, que se siente tímido, ya era esencialmente el Borges posterior, genio y figura de la literatura universal. La obra, que humildemente está dedicada A quien leyere, contiene una sucesión de poemas descriptivos de una ciudad embellecida por los atardeceres y el encanto de sus arrabales. Entre ellos se destaca Afterglow, bella palabra del inglés que describe como pocas al atardecer y cuya traducción más exacta sería algo así como resplandor del crepúsculo. 

Siempre es conmovedor el ocaso 
por indigente o charro que sea, 
pero más conmovedor todavía 
es aquel brillo desesperado y final 
que herrumbra la llanura 
cuando el sol se ha hundido.  

El tema, el tono y el título, son retomados por Genesis, grupo fundamental del rock progresivo inglés, que en 1977 edita el disco Wind and Wuthering, obra cumbre del sinfonismo trasladado a la música popular. El tema que cierra el disco, una obra meláncolica desde el arte de tapa hasta las letras y músicas que lo componían, es precisamente un homónimo del poema de Borges citado más arriba. Afterglow, escrito por el tecladista Tony Banks, se transformó en una clásico de las performances en vivo de la banda y en uno de los temas más populares de su repertorio. A esa melancolía tan inglesa que trasluce la letra y el modo de cantar de Phil Collins, se agrega una extraordinaria parte instrumental final, que hasta el día de hoy estremece escuchar.

Like the dust that settles all around me, 
I must fund a new home. 
The ways and holes that uses to give me shelter, 
are all as come to me now. 
But I, I would search everywhere just to hear your call,
 and walk upon stranger roads than this one in a world 
I used to know before 
I miss you more. 

   

II

El mismo escritor y el mismo grupo se habían encontrado un año antes, 1976, en el primer disco editado después de la partida de Peter Gabriel. Genesis retoma los estudios de grabación con un disco titulado A trick of the tail, con un sonido menos barroco y un vuelo poético mayor, quizás a fuerza de perder la contundencia que se mostrara en trabajos como Foxtrox (1972) o Selling England by the pound (1973). Uno de los temas, escrito también por Banks en colaboración con el bajista y guitarrista Mike Rutherford, se titula Squonk y narra vida, pasión y muerte de un ser extraño que se disuelve en lágrimas. 

Walking home that night the sack across my back, 
the sound of sobbing on my shoulder. 
When suddenly it stopped, 
opened up the sack, 
all that I had a pool of bobbles and tears, 
just a pool of tears.





El trágico ser había sido mencionado por Borges en la obra escrita en colaboración con Margarita Guerrero, El libro de los seres imaginarios (1967), donde los autores enumeran una arbitraria selección de los “extraños entes que ha engendrado, a lo largo del tiempo y del espacio, la fantasía de los hombres”. Entre ellos, claro, El Squonk, donde se transcribe textualmente un texto del escritor norteamericano William T. Cox escrito en 1910, explicativo de la naturaleza del animal, que volviendo a las coincidencias, viajaba a la hora del afterglow

El Squonk es muy hosco y generalmente viaja a la hora del crepúsculo. La piel, que está cubierta de verrugas y lunares, no le calza bien; los mejores jueces declaran que es el más desdichado de todos los animales. Rastrearlo es fácil, porque llora continuamente y deja una huella de lágrimas. Cuando lo acorralan y no puede huir o cuando lo sorprenden y lo asustan se disuelve en lágrimas. 

III

¿Sigo buscando?

viernes, 23 de octubre de 2020

Vinilo XXXVII– Piano Bar – Charly García (1984)


I

Vamos a afirmarlo en la primera línea de esta nota: Charly García es el más grande músico popular argentino vivo. Alma mater de Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán, nada más y nada menos, emprendió una carrera solista de características únicas. Parecía estar a principios de los 80 en estado de gracia. Todas sus composiciones eran brillantes en letra y música, siempre rompiendo moldes, siempre mostrando el camino. Había llegado a cimas muy altas en Yendo de la cama al living (1982) y Clics Modernos (1983). Este último disco es una verdadera revolución cultural y cambió el sonido de toda una década. Estamos hablando de un genio. Era una época prolífica, a razón de un disco por año, dando siempre un salto hacia adelante en cada grabación, asumiendo riesgos estéticos y también físicos. El paso siguiente sería temerario y nuevamente genial. Mientras todo el rock nacional se acomodaba a la nueva década y asimilaba el nuevo canon sonoro que fijaba Clics Modernos, Charly se vuelve visceral, sanguíneo, más rockero que nunca, pero sin perder nada de eso que lo hacía distinto. Piano Bar (1984) lo muestra en carne viva para, otra vez, patear el tablero y contruir otra obra cumbre. Por supuesto, todo será compuesto por él, en un estado de lucidez único, pero la ejecución en estudio estará en manos del Pablo Guyot, Alfredo Toth, Willy Iturri (claro, los GIT), más un jovencísimo Fito Páez. El monstruo casi no toca ningún instrumento. Está casi como un director de orquesta que busca en el estudio, en forma descarnada, con el sonido al palo, en actitud rockera, mientras termina las letras mientras graba, escalar otro Everets artístico. Y lo logra.

II

Todo Piano Bar parece estar grabado en primeras tomas. No es sólo una percepción, la banda pasó del ensayo al registro casi sin sobregrabaciones. El comienzo es demoledor. Yo que crecí con Videla, yo que nací sin poder, yo que luché por la libertad pero nunca la pude tener, canta, casi grita en Demoliendo hoteles. Dos minutos extraordinarios que comienzan con unos golpes furiosos de batería. Pero cómo, ¿y la máquina de ritmos de Clics dónde fue a parar? El genio destruye y reconstruye todo en sólo 35 minutos, que es todo lo que dura el disco. Un disco al que no le sobra y no le falta nada. En Promesas sobre el bidet logra conmover, en letra y melodía. En Raros Peinados Nuevos sentencia que “si vas a la derecha y cambiás hacia la izquierda, adelante”. Piano Bar, tema que da título al disco, es un tema casi en formato de suite, con varias partes con aires tangueros. El lado A se cierra con No te animás a despegar, donde el maestro se emociona y nos emociona. El lado B arranca con una broma. SADAIC no dejaba por esas épocas registrar nombres de temas ya incriptos. Charly canta No se va a llamar mi amor, ya que el título Mi amor no podía registrarse. Tuve tu amor y Rap del exilio, con una gran intervención en saxo de Daniel Melingo nos preparan para el gran cierre. Hacia el final del disco aparece una las cimas de la música popular argentina: Cerca de la revolución. Cada vez que el genio toque en vivo este tema a todos nos correra una electricidad en el cuerpo. Si estas palabras te pudieran dar fe, su esta armonía te ayudara a creer. El final lo deja para un tema que había compuesto con Spinetta para el álbum conjunto que no pudo ser. Total interferencia está a la altura de Rezo por vos; los dos genios juntos se potenciaban. El disco que no fue es la gran deuda de la música popular argentina.

III

La tapa de Piano Bar era muy extraña. Sobre un fondo blanco se mostraban las letras de las canciones, separadas por distintos colores. En las sucesivas reediciones en CD se mostraba un foto en primerísimo plano de Charly en el estudio. Con el tiempo esa sería la imgen que quedaría del disco. Era un álbum desnudo, en el arte de tapa también. La gira presentación fue con la misma banda que grabó el disco y las presentaciones en el Luna Park son consideradas como unas de la grandes actuaciones en vivo del Maestro. ¿Cómo hizo Charly García para construir estas obras maestras en tan poco tiempo? Imposible descifrarlo. Su genio no descansaría, al año siguiente publicaría Parte de la religión, otra obra maestra. Al repasar la obra prolífica y profunda de nuestro héroe, encontraremos belleza, melodía, riesgo, maestría, poesía. Pero como nunca, en Piano Bar todas esas cosas estarían en carne viva. Más adelante, en su etapa Say No More, profundizaría hasta bordear el patetismo, esa pulsión de entregarse en cuerpo y alma. No todos estarían preparados para esa performance provocadora. Quizás encontremos en este disco el punto exacto en que el genio entraba en una etapa superior en la que los simples mortales no siempre están en condiciones de comprender.


sábado, 3 de octubre de 2020

Vinilo XXXVI– Dynamo – Soda Stereo (1992)

I

En 1990 Soda Stereo había tocado el cielo con los manos con el fenomenal éxito de Canción Animal, su quinto disco de estudio. El trío formado por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti había construido una meteórica carrera que los había posicionado como la banda más popular de Latinoamérica. Las puertas de EEUU y Europa también comenzaban a abrirse. Tras una extensa e inédita gira, que concluyó con una presentación multitudinaria en la avenida 9 de Julio en Buenos Aires, todos entendieron que había que parar un poco. Había llegado el momento de tomarse un respiro y repensar por qué caminos seguir. Cerati aprovechó para grabar su primer disco fuera de Soda Stereo; junto a Daniel Melero edita Colores Santos (1992), hoy convertido en un disco de culto, en donde juega sobre todo con la electrónica. De alguna manera, ese disco sirvió como laboratorio de ensayo para Dynamo. Soda Stereo había logrado montar su propio estudio, al que llamó Supersónico, y en donde la banda comenzó a diseñar un nuevo proyecto. El riesgo estético era el sello que los distinguía, pero nadie se imaginaba los cambios que preparaban para su nuevo disco. La comodidad no era algo que Cerati manejara, cada disco buscaba ser una sorpresa. Del sonido hi-fi y la producción internacional a todo trapo de Doble Vida (1988) hasta el sonido crudo de Canción Animal (1990) que nacía de lo más profundo del rock argentino de los 70, todo era un salto hacia adelante. Dynamo (1992) el nuevo disco de Soda Stereo, provocaría más que sorpresa, el sentimiento general era de perplejidad.


II

Dynamo consistió en tomar Canción Animal y destruirlo”, declaró Cerati tras la salida del disco. Hoy suena a exageración, en ese momento la provocación describía el estado de ánimo de los fans de la banda. Dynamo era un disco extenso compuesto por 12 temas. La era del CD, con sus cambios estéticos y tecnológicos, permitía que la duración total de los álbumes se extendiera, muchas veces más allá de lo necesario. El estilo era muy particular, una mezcla extraña a los oídos que iba de la experimentación a la electrónica. Las influencias eran variadas, aunque todos vieron claras huellas del shoegazing en el concepto general del disco. El movimiento musical surgido a fines de los 80 en Inglaterra, que tenía como principal exponente a la banda irlandesa My bloody Valentine, formaba parte del rock indie, y era una rara mezcla de varios géneros dentro del rock alternativo. Sin embargo el sexto disco de Soda Stereo también tenía otras cosas: electrónica, psicodelia, pop rock y hasta hard rock. Las canciones de Dynamo eran potentes y arriesgadas: Toma la ruta, En remolinos, Ameba, Nuestra fe, Texturas. En Sweet Sahumerio jugaban con la experimetación y la electrónica. En Fue, Cerati daba una masterclass, otra más, de pop rock. El tema de mayor difusión fue Primavera 0, que era utilizado en el programa de TV de Tato Bores como cortina musical de cierre cuando pasaban los títulos. El vuelco sonoro tan grande entre un disco y otro causó sorpresa y no estuvo ni de cerca en los niveles de difusión y popularidad de sus álbumes anteriores.


III

La edición de Dynamo parecía fuera de contexto. Tras su lanzamiento, Soda Stereo rompe su contrato con Sony y firma para la compañía discográfica BMG, lo que provocó que nadie se preocupara por montar una campaña de difusión. Por otro lado, en Argentina explotaba el rock barrial, lo que ponía fuera de foco a la estética del trío. No se amilanaron, más bien redoblaron la apuesta. En sus presentaciones le permitieron a numerosas jóvenes bandas del rock argentino alternativo ser sus teloneras: Babasónicos, Peligrosos Gorriones, Juana La Loca, El Otro Yo, entre otras. Muchas de ellas, con el tiempo, construirían sus propias exitosas carreras. Dynamo tuvo un solo videoclip, Primavera 0, dirigido por Boy Olmi, una sola presentación en televisión y una gira latinoamericana que el trío interrumpió por la mitad. Parecía que algo se había roto con el publico. Sin embargo, con los años, el disco fue revalorizado como uno de los mejores trabajos de Soda Stereo. Su sonido atrapante, lleno de capas de guitarras y sintetizadores, fue adquiriendo prestigio con el tiempo. En los shows de Me Verás Volver (2007), la impresionante gira que armaron en su vuelta tras diez años, varios temas de Dynamo formaron parte del set list, definitivamente incorporados a la obra de la banda como cualquier otra canción de su obra. El disco más oscuro y transgresor de Soda Stereo había encontrado por fin el lugar que merecía.


martes, 8 de septiembre de 2020

Vinilo XXXV– The Album - ABBA (1977)



I

ABBA es aún hoy en día una marca universal. El supergrupo de pop sueco, formado en 1972, tuvo casi una década de fama creciente que los llevaría a niveles de popularidad pocas veces visto. El nombre del grupo es un acrónimo formado por las primeras letras del nombre de cada uno de sus integrantes (Agnetha, Björn, Benny y Anni-Frid). Las dos parejas de compositores y cantantes habían logrado trascender las fronteras de su país hasta convertirse en un especie de superestrellas que excedían la industria de la música. Tras tener cierto éxito a nivel local, el reconocimiento en el resto de Europa les llegaría tras ganar en 1974 el Festival de la Canción Eurovisión con el tema Waterloo, nombre con el que titularían su siguiente disco. A partir de allí, el cuarteto, que cantaba sus canciones en inglés dejando de lado su idioma natal, escalaría a niveles impensados de popularidad en todo el continente europeo, Australia, Sudamérica y EEUU. Discos como ABBA (1975) y Arrival (1976) se vendían como pan caliente en todo el mundo. El grupo era famoso por sus infalibles melodías pop, letras sencillas y sentidas y unas magníficas armonizaciones vocales en manos de las dos cantantes mujeres. La pareja masculina estaba a cargo de la composición, las canciones pegadizas parecían caerles del cielo unas tras otras. La edición de The Album (1977), su quinto disco de estudio, continuó el sendero de éxito ininterrumpido que habían emprendido hacía cinco años.

II


La génesis de The Album hay que ubicarla en la gira promocional de Arrival. ABBA estaba en la cúspide de su éxito a nivel global, el tour europeo tuvo muchísimo éxito y en países como Australia generaron un histeria colectiva que no se veía desde la primera época de The Beatles. En el marco de esa gira, ABBA presentaba una sección de cuatro canciones inéditas a la manera de un musical. El pequeños show dentro del otro se llamaba The Girl with the Golden Hair y contaba la historia de una chica que soñaba ser cantante, dejando de lado su pueblo natal para luego quedar atrapada en su propio éxito. Tres de esas cuatro canciones —Thank you for the Music, I wonder (Departure) y I'm a Marionette—, pasaron a formar parte del nuevo disco que empezaron a grabar a comienzos de 1977. The Album se completaba con otros éxitos imbatibles: Eagle, Take a Chace on me y The name of the Game. Para lograr una gran producción en estudio, ABBA utilizaba el famoso sistema wall of sound, ideado por Phil Spector, productor de John Lennon, entre otros. Al año siguiente la banda convirtió un viejo edificio abandonado en Estocolmo en un estudio de grabación al que llamaron Polar. Sus comodidades y tecnología hicieron que bandas como Led Zeppelin o Genesis lo usaran para grabar sus discos. ABBA se había convertido en algo más que un grupo musical, era un fenómeno masivo que iba a extenderse a otros formatos de difusión.



III

El lanzamiento de The Album fue acompañada por una película. Las multitudinarias y exitosas presentaciones de ABBA en Australia fueron filmadas pensadas para un especial de televisión, pero el suceso de la gira, que mostraba escenas de histeria y un seguimiento de los medios sin precedentes, hizo que se estrenara en cines con el nombre de ABBA: The Movie. Disco y película fueron lanzados simultáneamente en una movida de marketing muy poco vista por esos años. En lugares tan distintos y alejados como Japón, la Unión Soviética o Latinoamérica el cuartero sueco era todo una celebridad. Para ingresar con mayor éxito al mercado latino, ABBA grabó dos de los temas de The Album con letras en español, adaptadas por los argentinos Buddy y Mary Mc Cluskey, agentes de la compañía RCA en el país. Los temas adaptados al español fueron Gracias por la música y Al andar. El sensacional éxito de estas versiones en el mercado latino hizo que ABBA se decidiera a grabar un álbum completo en español. En 1979, los hermanos Mc Cluskey adaptarían el megaéxito Chiquitita, rompiendo récords de venta. Después de su separación en 1982 ABBA fue lentamente ninguneado como producto artístico. Hoy en día, músicos de distintos orígenes y géneros —desde Madonna hasta Lady Gaga, desde Alanise Morissette hasta Donna Summer— lo reconocen como una influencia potente y siempre vital en sus composiciones. Es que nadie puede resistirse a cantar una de sus inmortales y pegadizas melodías.

jueves, 27 de agosto de 2020

Vinilo XXXIV– Hotel Calamaro – Andrés Calamaro (1984)



I

A comienzos de los 80 Andrés Calamaro ya era un músico destacado dentro de la movida del rock nacional. Desde muy chico había aprendido a tocar guitarra eléctrica y piano y todavía adolescente participó de muchas grabaciones y varias formaciones de bandas, algunas que terminarían teniendo mucho éxito. Cuando Miguel Abuelo, de regreso en el país, se decidió a armar en 1982 una nueva formación de Los Abuelos de la Nada, Calamaro ingresó como parte del proyecto tocando teclados. El grupo era un verdadero seleccionado: Cachorro López, Daniel Melingo, Gustavo Bazterrica y Polo Corbella. Su primer disco, Los Abuelos de la Nada (1982), producido nada más y nada menos que por Charly García, fue un suceso. El joven tecladista era la sorpresa de la banda, el hit más grande del disco, Sin Gamulán, había sido compuesto por él. Charly le puso el ojo enseguida y también empezó a tocar en su banda soporte. Al año siguiente, con la edición de Vasos y Besos (1983), Calamaro ya era una figura destacada y otra vez aportaba un éxito imbatible: Mil horas. La tentación de grabar un disco solista era irresistible. Compuso un conjunto de canciones bien inclinadas al pop y se rodeó de músicos amigos y un productor estrella, otra vez Charly, que por esa época era una imagen omnipresente en todos los estudios de grabación, siempre dispuesto a producir y ayudar a todas las nuevas apariciones. Nacía Hotel Calamaro (1984), primer opus de la futura estrella de la música popular argentina.

II

En su primer disco, Calamaro se aleja del sonido de Los Abuelos de la Nada, muy afín a lo que sonaba en ese momento. Todas las canciones que lo forman tienen un claro formato pop con un tono intimista bastante alejado de la pose festiva que la mayoría de las bandas nacidas en la primavera alfonsinista parecían querer mostrar. En ese momento Hotel Calamaro pasó casi desapercibido, pero algunos de sus temas lograron cierta difusión radial: Radio actividad radial, Otro amor en Avellaneda y Fabio Zerpa tiene razón. Para esta última, Calamaro llevó al mismo Fabio Zerpa, reconocido ufólogo, para que grabara un monólogo que incluyó al final del tema, un delirio entre inocente y bizarro, que habla de la presencia pacífica de extraterrestres entre los humanos. Los músicos que participan de la grabación son de primera línea: Pablo Guyot (guitarra), Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería), es decir los futuros GIT, más participaciones de David Lebón en un par de solos. Amor iraní es una grabación exclusiva entre Charly y Andrés. El disco es bastante irregular y con un sonido un poco apagado. Las letras son, en general, inconsistentes, y desnudan ciertos formas y trucos que Calamaro profundizaría en otros discos. La balada No me pidas que no sea un inconsciente, escrita junto a Marcelo Scornik, en una sociedad que seguiría dando sus frutos más adelante, es una hermosa canción que evoca los momentos más felices de Calamaro como compositor.

III

El título del disco hace obvia referencia al clásico disco Morrison Hotel, de la exitosa banda The Doors, y era un homenaje del autor a uno de sus ídolos, Jim Morrison. Más adelante, en su obra cumbre Alta suciedad (1997), el homenajeado sería otro de sus ídolos, Bob Dylan. La escucha del disco esconde dos curiosidades: está mezclado en mono, algo que estaba completamente en desuso para la época, y tiene un defecto en la velocidad de la grabación, está levemente acelerado. Calamaro aseguró en un reportaje del 2017 que esa aceleración no fue una buena idea y afectó el sonido de su voz. Ambas cosas quizás expliquen el sonido opaco y la voz por momentos chillona del cantante; el disco, a la distancia, no suena muy bien. Al momento de editarse Hotel Calamaro, Los Abuelos de la Nada estaban grabando en Ibiza Himno de mi corazón, último disco con la participación de Andrés en su formación. A partir de ahí emprendería una carrera solista a la que le costó demasiado arrancar y ser reconocida. Editaría más adelante dos discos en los que iría construyendo una imagen de songwriter más sólida: Vida Cruel (1985), otra vez con un tono intimista y, sobre todo, Por mirarte (1988). Este último, a pesar de su escasa repercusión, sería el primero enteramente producido por él y en donde conocería al guitarrista Ariel Roth, con quien formaría Los Rodríguez, una sociedad musical que les daría un inmenso éxito en España. Con Hotel Calamaro daba un primer paso tímido y no demasiado firme en su camino al Olimpo rockero argentino.

martes, 11 de agosto de 2020

Vinilo XXXIII – En “La Fusa” con María Creuza y Toquinho – Vinicius de Moraes (1970)



I

Transcurridos los años 60 la bossa nova se había transformado en el género musical brasileño más conocido en forma universal. Surgido a partir del samba y con fuertes influencias del jazz, en pocos años había conquistado el mundo. Sus más grandes exponentes —João Gilberto, Tom Jobim y Vinicius de Moraes— junto a otros jóvenes músicos y poetas provenientes de Río de Janeiro, se convirtieron en pocos años en verdaderos referentes de la música internacional. Artistas como Frank Sinatra y Stan Getz, entro otros, estaban subyugados por su cadencia, fraseo y poesía. Sin embargo, el fin de década encontraba al género en un proceso de transformación. La aparición del tropicalismo, con Caetano Veloso y Chico Buarque como estandartes, lo obligaba a resistir o asimilar cambios profundos. El paso de los Beatles no había pasado desapercibido en ningún rincón del mundo y su influencia se extendía a cualquier género popular. En ese contexto de cambios y de explosión de la música popular brasileña, Vinicius de Moraes montó en Buenos Aires una serie de shows íntimos en donde hacía un repaso por las grandes composiciones de la bossa nova. Acompañado de dos jovencísimos músicos, la cantante bahiana María Creuza y el guitarrista paulista Toquinho, hizo numerosas presentaciones en un pequeño local en una galería porteña llamada La Fusa, en donde no cabían más de 100 personas por noche. Los shows nocturnos, que se extendían por varias horas, en un ambiente de bohemia, repleto de humo y tragos de alcohol, fueron un verdadero suceso. Las recomendaciones boca a boca entre el público porteño transformaron las presentaciones en La Fusa en un verdadero fenómeno cultural. Ver a Vinicius de Moraes en Buenos Aires, acompañado por esa joven pareja musical, se había convertido en una cita obligada de toda la intelectualidad porteña. La propuesta de grabar un registro en vivo como testimonio de estos shows les llegaría rápidamente.

II

El fundador y alma mater del sello Trova, Alfredo Radoszynski, un hombre de gran sensibilidad y sentido artístico, que editaba a numerosos artistas populares argentinos, le acercó la idea a Vinicius de grabar alguno de los shows y publicar un disco. La propuesta fue aceptada de inmediato pero el músico tenía algunos reparos. Entendía que la precariedad de La Fusa y las limitaciones que suponían grabar un disco en vivo, iban a conspirar contra la calidad del registro; el lugar tenía mucho ruido ambiente de copas, botellas y gente hablando o tosiendo. Le propuso al productor grabar el disco en un estudio pero intentando recrear el clima que se generaba cada noche en el pequeño local porteño. Además, entendía que había que darle un poco más de cuerpo a la música, la guitarra y el piano no alcanzarían para eso. Contrataron a dos músicos argentinos, Mario “Mojarra” Fernández en contrabajo y Enrique “Zurdo” Roizner en batería, con los que ensayaron algunas horas nada más y se dispusieron a grabar en los míticos estudios ION, testigo de algunos de los más grandes registros de la música popular argentina. Intentaron además recrear el clima de La Fusa, con mesas y amigos invitados en el estudio, tomando tragos. En dos maratónicas sesiones nocturnas, casi de manera imprevista e improvisada, bajo la tutela de un sello pequeño y en forma casi artesanal, se grababa uno de los discos más famosos en el mundo entero de un género musical que ponía a Brasil en el mundo. Ese julio de 1970 de Buenos Aires era testigo de una grabación que sigue asombrando por su calidad y por ser un testimonio grandioso de un momento único de un músico brillante y universal.

III

Como dijimos, este Vinicius de Moraes en “La Fusa” era una ficción, todo era una recreación hecha en estudio de grabación. El resultado, lejos de cualquier artificialidad, es una delicia. Vinicius está increíble en la interpretación y gracioso contando chistes o anécdotas entre canción o canción. El set list es sabio y muestra su grandeza y agudeza artística. Consciente de los cambios que está viviendo la música popular brasileña, no sólo visita los clásicos como Garota de Ipanema o Felicidades, sino que le da espacio a los nuevos autores, como en el caso de Irene (Caetano Veloso) o Qué maravilla (del mismo Toquinho). El disco está muy bien grabado considerando las circunstancias y la casi ausencia de ensayos. Incluso en la percusión hay una participación de un muy joven Chango Farías Gómez. Editado en agosto de ese mismo año se transformó en un suceso de ventas y al poco tiempo, editado en distintos países, su éxito llegaba a lugares impensados. Con el tiempo, En “La Fusa” con María Creuza y Toquinho, de Vinicius de Moraes, prócer de la música popular, se transformó en un registro histórico y clave de la bossa nova y pasó a ser la puerta de entrada, en cualquier parte y en cualquier época, de un movimiento musical autóctono que se había transformado en un fenómeno universal. Así, casi de casualidad, a propósito de un éxito en un local pequeño para no más de 100 personas. Milagros y misterios del arte popular.