martes, 8 de septiembre de 2020

Vinilo XXXV– The Album - ABBA (1977)



I

ABBA es aún hoy en día una marca universal. El supergrupo de pop sueco, formado en 1972, tuvo casi una década de fama creciente que los llevaría a niveles de popularidad pocas veces visto. El nombre del grupo es un acrónimo formado por las primeras letras del nombre de cada uno de sus integrantes (Agnetha, Björn, Benny y Anni-Frid). Las dos parejas de compositores y cantantes habían logrado trascender las fronteras de su país hasta convertirse en un especie de superestrellas que excedían la industria de la música. Tras tener cierto éxito a nivel local, el reconocimiento en el resto de Europa les llegaría tras ganar en 1974 el Festival de la Canción Eurovisión con el tema Waterloo, nombre con el que titularían su siguiente disco. A partir de allí, el cuarteto, que cantaba sus canciones en inglés dejando de lado su idioma natal, escalaría a niveles impensados de popularidad en todo el continente europeo, Australia, Sudamérica y EEUU. Discos como ABBA (1975) y Arrival (1976) se vendían como pan caliente en todo el mundo. El grupo era famoso por sus infalibles melodías pop, letras sencillas y sentidas y unas magníficas armonizaciones vocales en manos de las dos cantantes mujeres. La pareja masculina estaba a cargo de la composición, las canciones pegadizas parecían caerles del cielo unas tras otras. La edición de The Album (1977), su quinto disco de estudio, continuó el sendero de éxito ininterrumpido que habían emprendido hacía cinco años.

II


La génesis de The Album hay que ubicarla en la gira promocional de Arrival. ABBA estaba en la cúspide de su éxito a nivel global, el tour europeo tuvo muchísimo éxito y en países como Australia generaron un histeria colectiva que no se veía desde la primera época de The Beatles. En el marco de esa gira, ABBA presentaba una sección de cuatro canciones inéditas a la manera de un musical. El pequeños show dentro del otro se llamaba The Girl with the Golden Hair y contaba la historia de una chica que soñaba ser cantante, dejando de lado su pueblo natal para luego quedar atrapada en su propio éxito. Tres de esas cuatro canciones —Thank you for the Music, I wonder (Departure) y I'm a Marionette—, pasaron a formar parte del nuevo disco que empezaron a grabar a comienzos de 1977. The Album se completaba con otros éxitos imbatibles: Eagle, Take a Chace on me y The name of the Game. Para lograr una gran producción en estudio, ABBA utilizaba el famoso sistema wall of sound, ideado por Phil Spector, productor de John Lennon, entre otros. Al año siguiente la banda convirtió un viejo edificio abandonado en Estocolmo en un estudio de grabación al que llamaron Polar. Sus comodidades y tecnología hicieron que bandas como Led Zeppelin o Genesis lo usaran para grabar sus discos. ABBA se había convertido en algo más que un grupo musical, era un fenómeno masivo que iba a extenderse a otros formatos de difusión.



III

El lanzamiento de The Album fue acompañada por una película. Las multitudinarias y exitosas presentaciones de ABBA en Australia fueron filmadas pensadas para un especial de televisión, pero el suceso de la gira, que mostraba escenas de histeria y un seguimiento de los medios sin precedentes, hizo que se estrenara en cines con el nombre de ABBA: The Movie. Disco y película fueron lanzados simultáneamente en una movida de marketing muy poco vista por esos años. En lugares tan distintos y alejados como Japón, la Unión Soviética o Latinoamérica el cuartero sueco era todo una celebridad. Para ingresar con mayor éxito al mercado latino, ABBA grabó dos de los temas de The Album con letras en español, adaptadas por los argentinos Buddy y Mary Mc Cluskey, agentes de la compañía RCA en el país. Los temas adaptados al español fueron Gracias por la música y Al andar. El sensacional éxito de estas versiones en el mercado latino hizo que ABBA se decidiera a grabar un álbum completo en español. En 1979, los hermanos Mc Cluskey adaptarían el megaéxito Chiquitita, rompiendo récords de venta. Después de su separación en 1982 ABBA fue lentamente ninguneado como producto artístico. Hoy en día, músicos de distintos orígenes y géneros —desde Madonna hasta Lady Gaga, desde Alanise Morissette hasta Donna Summer— lo reconocen como una influencia potente y siempre vital en sus composiciones. Es que nadie puede resistirse a cantar una de sus inmortales y pegadizas melodías.