sábado, 3 de octubre de 2020

Vinilo XXXVI– Dynamo – Soda Stereo (1992)

I

En 1990 Soda Stereo había tocado el cielo con los manos con el fenomenal éxito de Canción Animal, su quinto disco de estudio. El trío formado por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti había construido una meteórica carrera que los había posicionado como la banda más popular de Latinoamérica. Las puertas de EEUU y Europa también comenzaban a abrirse. Tras una extensa e inédita gira, que concluyó con una presentación multitudinaria en la avenida 9 de Julio en Buenos Aires, todos entendieron que había que parar un poco. Había llegado el momento de tomarse un respiro y repensar por qué caminos seguir. Cerati aprovechó para grabar su primer disco fuera de Soda Stereo; junto a Daniel Melero edita Colores Santos (1992), hoy convertido en un disco de culto, en donde juega sobre todo con la electrónica. De alguna manera, ese disco sirvió como laboratorio de ensayo para Dynamo. Soda Stereo había logrado montar su propio estudio, al que llamó Supersónico, y en donde la banda comenzó a diseñar un nuevo proyecto. El riesgo estético era el sello que los distinguía, pero nadie se imaginaba los cambios que preparaban para su nuevo disco. La comodidad no era algo que Cerati manejara, cada disco buscaba ser una sorpresa. Del sonido hi-fi y la producción internacional a todo trapo de Doble Vida (1988) hasta el sonido crudo de Canción Animal (1990) que nacía de lo más profundo del rock argentino de los 70, todo era un salto hacia adelante. Dynamo (1992) el nuevo disco de Soda Stereo, provocaría más que sorpresa, el sentimiento general era de perplejidad.


II

Dynamo consistió en tomar Canción Animal y destruirlo”, declaró Cerati tras la salida del disco. Hoy suena a exageración, en ese momento la provocación describía el estado de ánimo de los fans de la banda. Dynamo era un disco extenso compuesto por 12 temas. La era del CD, con sus cambios estéticos y tecnológicos, permitía que la duración total de los álbumes se extendiera, muchas veces más allá de lo necesario. El estilo era muy particular, una mezcla extraña a los oídos que iba de la experimentación a la electrónica. Las influencias eran variadas, aunque todos vieron claras huellas del shoegazing en el concepto general del disco. El movimiento musical surgido a fines de los 80 en Inglaterra, que tenía como principal exponente a la banda irlandesa My bloody Valentine, formaba parte del rock indie, y era una rara mezcla de varios géneros dentro del rock alternativo. Sin embargo el sexto disco de Soda Stereo también tenía otras cosas: electrónica, psicodelia, pop rock y hasta hard rock. Las canciones de Dynamo eran potentes y arriesgadas: Toma la ruta, En remolinos, Ameba, Nuestra fe, Texturas. En Sweet Sahumerio jugaban con la experimetación y la electrónica. En Fue, Cerati daba una masterclass, otra más, de pop rock. El tema de mayor difusión fue Primavera 0, que era utilizado en el programa de TV de Tato Bores como cortina musical de cierre cuando pasaban los títulos. El vuelco sonoro tan grande entre un disco y otro causó sorpresa y no estuvo ni de cerca en los niveles de difusión y popularidad de sus álbumes anteriores.


III

La edición de Dynamo parecía fuera de contexto. Tras su lanzamiento, Soda Stereo rompe su contrato con Sony y firma para la compañía discográfica BMG, lo que provocó que nadie se preocupara por montar una campaña de difusión. Por otro lado, en Argentina explotaba el rock barrial, lo que ponía fuera de foco a la estética del trío. No se amilanaron, más bien redoblaron la apuesta. En sus presentaciones le permitieron a numerosas jóvenes bandas del rock argentino alternativo ser sus teloneras: Babasónicos, Peligrosos Gorriones, Juana La Loca, El Otro Yo, entre otras. Muchas de ellas, con el tiempo, construirían sus propias exitosas carreras. Dynamo tuvo un solo videoclip, Primavera 0, dirigido por Boy Olmi, una sola presentación en televisión y una gira latinoamericana que el trío interrumpió por la mitad. Parecía que algo se había roto con el publico. Sin embargo, con los años, el disco fue revalorizado como uno de los mejores trabajos de Soda Stereo. Su sonido atrapante, lleno de capas de guitarras y sintetizadores, fue adquiriendo prestigio con el tiempo. En los shows de Me Verás Volver (2007), la impresionante gira que armaron en su vuelta tras diez años, varios temas de Dynamo formaron parte del set list, definitivamente incorporados a la obra de la banda como cualquier otra canción de su obra. El disco más oscuro y transgresor de Soda Stereo había encontrado por fin el lugar que merecía.


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