Las reuniones de artistas que provienen
de lugares diferentes y se asocian para crean una obra en común no siempre
arroja buenos resultados. Es muy difícil producir esa química, esa mezcla, que
sirve para generar algo distinto e igualmente bueno de lo que pudieran hacer
individualmente cada uno de ellos. La asociación entre Jon Anderson y Vangelis
alcanzó esa meta, dando a luz cuatro discos a lo largo de una década, donde la
belleza melódica se une a una continua búsqueda de nuevas sonoridades. Anderson
era una voz reconocida mundialmente, un letrista consumado y miembro fundador
del mítico grupo de rock progresivo inglés Yes.
Vangelis, notable músico griego experimentador de nuevos sonidos, había creado
entre otras cosas, la banda de sonido de la película Carrozas de fuego, que le diera un Oscar de Hollywood y fama
mundial. En Argentina, la música que escribiera para la película Blad Runner inauguró durante años la trasmisión televisiva Fútbol de primera.
De esta fructífera unión, el más
conocido y exitoso álbum fue sin duda The
friends of Mr. Cairo, editado en 1981. De los cuatro discos editados el
dúo fue sin dudas el más accesible para el gran público, con muchos temas
comercialmente exitosos como State of
Independence (que tuvo hasta una versión posterior a cargo de Donna Summer)
o I’ll Find my Way Home, que como
dato curioso se puede señalar que no formaba parte del álbum originalmente.
Lanzado como single su éxito obligó a la grabadora a incluirlo en el disco; en
menos de una semana el disco tuvo dos versiones, hasta con tapas distintas, con
y sin este éxito enorme. El secreto del éxito del dúo quizá estaba en el
sentimiento que la bellísima e inconfundible voz de Anderson le daba a las
estructuras sonoras a veces gélidas de Vangelis. El resultado era encantador y
ambos influenciaron mutuamente sus respectivas músicas.
La canción que da título al
vinilo y el video musical que la acompañaba eran una tributo a las películas
clásicas de Hollywood de los 50, en especial la esencial El halcón Maltés. En el tema aparecen sonidos y voces de actores
tomadas de esas películas, formando un collage sonoro sorprendente. En The friends of Mr. Cairo pueden
escucharse tiros, frenadas de autos, pisadas apresuradas y las voces de los
actores Humphrey Bogart y Peter Lorre, entre otros. Esa alquimia, esa mezcla
de formatos y estilos, llenaba de pequeñas y grandes felicidades la escucha
atenta de esta obra de dos grandes músicos que se ponen uno al servicio del
otro. Un hermoso sonido que es más que la suma de dos, es la realización de
algo nuevo distinto y encantador.
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