¿Cómo encarar la grabación de un nuevo disco cuando, más allá del éxito comercial, una grupo siente que ha tocado el cielo con las manos con una obra única? La pregunta sin dudas sobrevoló los legendarios estudios Abbey Road donde Pink Floyd grabara The dark side of the moon y ahora se aprestaba a terminar de componer y registrar Wish you were here (1975). Para esto juntó pedazos de composiciones sueltas, temas inéditos que habían probado durante toda la gira de 1974, y el mismo puñado de ideas que los convertiría en leyenda: una obra conceptual, cuyas canciones tiene un sentido completo si se escucha el álbum en forma íntegra, y un sonido increíble producto de usar como nadie los nuevos sintetizadores y las posibilidades que brindaba poder grabar en varias pistas a la vez. El disco provocó algunas críticas duras de la prensa especializada, sin embargo Wish you were here fue otro rotundo éxito comercial y aún hoy es un clásico tanto de Pink Floyd como de toda la música progresiva.
Rogers Waters había ideado una larga composición en varias partes, una extensa suite que tituló Shine on you crazy diamond dedicada al ex miembro del grupo Syd Barret. "Remember when you were young, you shone like the sun" ("Acuérdate de cuando eras joven, brillabas como el sol"), comienza cantando Waters luego de una larga introducción musical. Barret había abandonado la banda producto de las consecuencias de sus adicciones que habían desembocado en una enfermedad mental. El tema se fue alargando y complejizando hasta alcanzar una duración inédita aún para los cánones de la época, por lo que decidieron dividirlo en dos partes, ponerlas a principio y al final del disco, para ubicar en el medio otros temas. La temática general del disco era el lamento por la ausencia del brillo de Syd Barret, la crítica despiadad a la industria discográfica y las tentaciones de las bandas en vender su esencia para lograr el éxito comercial.
El otro tema inmortal que remite a Barret y le da título al disco está lleno de pequeñas felicidades. Comienza desde el final de la canción anterior, Have a cigar, sin separación entre ambas, se escucha el sonido de una radio cambiando de emisoras hasta que se detiene en una en donde empieza Wish you were here. Encima de ese sonido de AM aparece David Gilmour tocando una maravillosa guitarra y cantando una sentida canción sobre las ausencias, los recuerdos y las idealizaciones. La leyenda cuenta que el mismísimo Syd Barret se apareció por el estudio gordo, pelado, irreconocible. No supieron que hacer con él. Ellos añoraban al primer Barret, ese que era parte esencial y fundante de Pink Floyd. Prefirireron no lidiar con ese desconocido, era mucho mejor cantarle y dedicarle un disco a la idealización que tenían del primero. Un disco que sería clásico e inmortal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario