lunes, 29 de septiembre de 2014

Vinilo XV - ...para piel de manzana


Joan Manuel Serrat ha demostrado en sus largos años de carrera artística que no ha escapado ni a las definiciones políticas ni al compromiso con distintas causas sociales, incluso hasta afectando la difusión de sus propia obra y en algunas circunstancias, hasta poniendo en juego su propio pellejo. En 1975, mientras se encontraba de gira por México, condenó en forma tajante a la dictadura franquista y a su conducta represiva a raíz de la condena a muerte de un grupo de militantes. El régimen no dejó escapar la oportunidad: emitió una orden de búsqueda y captura a su nombre que lo obligó al exilio en México. Como cuando todavía cantaba toda su obra en catalán, Serrat volvía a verse perseguido y censurado. El trance le provocó casi un año de no poder ni siquiera componer, aterrado por no saber si algún día podría volver a su país.

Justo ese año, Serrat editaba …para piel de manzana, un nuevo álbum de canciones que volvía a alejarlo de las letras en catalán, que afianzaba definitivamente su alianza musical con el que sería su arreglador y director musical de toda la vida, Ricardo Miralles y lo confirmaba como un gran poeta del amor y estupendo observador costumbrista de una España provinciana que se esfumaría durante la transición democrática. El tema que le da nombre al disco es una hermosísima confirmación de lo primero y La aristocracia del barrio o Caminito de la obra dan cuenta sobradamente de los segundo. Pero la persecución franquista afectó la difusión y conocimiento de este disco que mostraba a Serrat afianzado como letrista y cantante popular.
Hay otras joyas cuasi escondidas en el disco. Malasangre, con una bella letra dedicada a un perro; Conversando con la noche y con el viento, un bello poema; La casita blanca, descripción romántica de un lugar para el amor. Sobre el final, Serrat ejercita aquello que tanta popularidad y prestigio le diera, musicalizando unas breves líneas del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, Epitafio para Joaquín Pasos, hermosa reflexión sobre los legados de un poeta a su pueblo. El exilio del catalán duraría un año, que Serrat temió fuera terrible para su obra y para su vida. De vuelta en su patria esta pésima experiencia serviría para acrecentar la fama y la popularidad de su cancionero eterno. Y ahí estaría …para piel de manzana para volver a instalarlo como un artista fundamental de la resistencia al régimen que empezaba a agonizar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por rescatar esta obra no tan conocida, por los motivos que has expuesto. Amo todas y cada una de las canciones que contiene. Pocas veces un autor ha logrado plasmar tan bellamente los ambientes y la idiosincracia populares como Serrat en este disco. No tiene nada que envidiar a otro vinilo emblemático: "Mediterráneo". Saludos cariñosos desde Argentina